Epitafio para un niño palestino
Te han dado pocas oportunidades. Lo siento, chico. Ya ves, apenas acababas de llegar, habías tenido sólo unos primeros contactos con el mundo, y éstos no fueron tan precisos como para dejarte descubrir cuál fue tu gran error.Ahora ya no tendrás posibilidad de hacerlo. Llegaste a destiempo, niño. ¡A quien se le ocurre nacer en 1982, bien pudiste elegir un siglo más civilizado. También calculaste mal la pista para tomar tierra -o cuerpo, qué más da-. ¡Mira que elegir Beirut! ¿No sabíais acaso allí, en ese dorado sitio donde estabas antes de ser, que hay otras capitales? Sitios tranquilos, soleados, de gran standing, vamos. Con aire acondicionado en las casas, piscina climatizada, césped y hasta suficiente comida como para poder declararte inapetente. Elegiste o te orientaron muy mal el rumbo a tu vida, ¡que le vamos a hacer! Era mejor, pongamos, Caflfornia.
¡Ah!, se me olvidaba el epitafio. Tienes un gran honor sobre tus pobres huesos que no sé si sabrás agradecer bastante. El señor presidente, Mr. Reagan, hoy, en el desayuno, se ha sentido por un minuto horrorizado. Amén. /