Fernando Fernán-Gómez,

autor de Las bicicletas son para el verano, reciente en la cartelera teatral madrileña, habló de lo divino y lo humano durante su visita a Santa Cruz de Tenerife, en la que le acompañaba la actriz Emma Cohen, donde habló sobre Los actores y los demás, informa Carmelo Martín. El ganador del Premio Lope de Vega en 1977 afirmó que el actor es un ser envidiado por la sociedad porque ésta no le perdona que su actitud sea revolucionaria con respecto a la moral establecida. Fernán-Gómez reconoció que iba muy poco al teatro, y justificó su nueva barba y pelo largo por exigencias laborales y "no por coquetería". Reveló que una de sus grandes frustraciones ha sido siempre el poco oído que ha tenido para la música, y se definió como .enfermizamente tímido" en su vida particular. Al escoger una posible profesión para retirarse, eligió la de pensador. Anunció que trabajará en la serie televisiva Los pícaros, y no ocultó cierto regocijo cuando comentó que Víctor Erice le había llamado para contar con él en la película que dirigirá ahora, ocho años después de su anterior filme, El espíritu de la colmena, en el que Fernán-Gómez fue uno de sus protagonistas.