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El presidente norteamericano promete, una vez más, la recuperación económica de EE UU

En una conferencia de Prensa televisada, de neto signo electoralista, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, prometió, una vez más, "una rápida recuperación" para la economía de Estados Unidos. Criticó a los demócratas, señaló los signos positivos en la reducción de la inflación (5,1% de proyección anual) y baja de los intereses bancarios (13% para el prime rate, el más bajo en los últimos dos años) y aceptó, sin embargo, que el desempleo en EE UU puede suponer el 10% (con más de once millones de personas sin trabajo) cuando se anuncien las próximas cifras en octubre.

"Todos los signos nos indican que vamos hacia una recuperación", explicó el presidente ante unos telespectadores que deberán acudir a las urnas el próximo 2 de noviembre para las elecciones al Congreso. Pero las palabras de optimismo de Reagan, tradicionales en todas sus alocuciones a la nación, contrastan con la persistente recesión económica norteamericana. El mismo día de la conferencia de Prensa del presidente, el diario The New York Times publicaba un reportaje en primera página, sobre la cola que más de 4.000 personas hicieron para obtener unos trescientos puestos de trabajo."Creo que la reducción de impuestos es vital", dijo Reagan, defendiendo un plan económico que no acaba de arrancar. La política de reducir el 25% de impuestos directos en tres años se ve hipotecada por el reciente incremento de impuestos indirectos, necesario para intentar limitar un déficit presupuestario de 109.000 millones de dólares anuales para EE UU.

"Cuando esa Administración llegó al poder, nos encontramos con la peor situación económica desde los días de Franklin Roosevelt", dijo Reagan, atacando a los demócratas. Criticó las reticencias del Congreso, muchas veces reacio a seguir los planteamientos económicos del equipo Reagan. "¿Y no tiene algo que ver la gestión del presidente en tan pésima situación?", preguntó un periodista. "Sí, pero es de la época de cuando yo era demócrata", replicó, con ironía electoralista, el presidente: de EE UU.

Frente a los desempleados, Reagan se excusó por los trabajadores americanos que, "no por culpa nuestra", se encuentran ante serios problemas financieros. Lo delicado para la Administración Reagan es que muchos de los electores dudarán, de acuerdo con las previsiones de los sondeos, en dar el voto a los representantes del Partido Republicano el martes 2 de noviembre. Reagan podría perder la mayoría vital en el Senado.

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