El alzaguismo
Lo malo de cierta derecha no es que se reproduzca tanto, sino que se reproduce siempre en la misma dirección: más a la derecha. Cara de Plata es ya casi fascista, en relación con el feudalismo bárbaro y generoso de su padre, don Juan Manuel de Montenegro. No he querido decir con esto que Oscar Alzaga sea precisamente un Cara de Plata. Valle-Inclán jamás lo hubiera tolerado en una comedia suya como "hermoso segundón". Vale para segundón, pero no es arrebatadoramente hermoso. Si los modelos de belleza masculina están en el cine, diremos que el joven Alzaga se encuentra menos cercano de Miguel Bosé que del Pato Donald. Los analistas y politólogos le han reprochado a don Manuel Fraga, incluso desde la derecha, el que, vestido de ballena bíblico-ecológica, se haya tragado a este Jonás con gafas de Jerry Lewis y lo lleve a las elecciones sentado en el píloro. Yo creo que el señor Fraga, político viejo, viejo político, se ha dado cuenta de su error antes que nadie, con respecto del pedepedista (PDP). Dicen que le dijo a Vestringe:
-Jorgito, hemos criado un cuervo. Llama al zoo y diles que si le quieren poner con los pandas.
Del zoo les han dicho que los cuervos han sacado ya los ojos a todos los niños palestinos que llevó Tierno de visita, pues parece que los cuervos reciben confidencias de Beguia y que no quieren más cuervos. Bien entendido que el señor Alzaga sólo es corvino en razón de la frase y el refrán y con respecto de Fraga. El señor multifraga, desde que le puso a Unamuno en un millón de tirada, con la tía Tula de la apertura controlada hacia Aurora Bautista, ha seguido penosamente la carrera de demócrata autoritario, y ahora ve con espanto que el pedepismo le puede estropear la carrera. El pedepismo es, hoy y ahora, la enfermedad infantil del fraguismo. Cuando creíamos que Fraga ya tenía todas las vacunas. OA ha celebrado su Congreso constituyente criticando la política / ucedé y las propuestas de Felipe / Guerra. A preguntas de los informadores, dice que no sería elegante atribuirse todas las reformas y mejoras del programa de AP. O sea, que se las atribuye elegantemente. El maduro político Fraga se ve en el colateral Oscar como el que él fuera a esa edad, más o menos, y no le gusta nada el retrato de Dorian Gray que le ofrece este nuevo Oscar. El pedepismo se pronuncia por una política joven y europea cuando la idea de Europa se desvanece y las nuevas generaciones no distinguen bien entre Schumann, padre del invento, y un músico homónimo que echan mucho por Radio Nacional y, mayormente, por el hilo musical. Me lo pregunta Mari Cruz Soriano, la rubísima, que se ha venido a casa con dos unidades móviles / TV:
-Umbral, ¿no te va bien Vivaldi para trabajar?
-El mejor Vivaldi es el silencio.
La pianísima no está de acuerdo, claro. Los jóvenes ya es que no nos entienden, don Manuel. Oscar Alzaga se ha creído que usted es fascista y le va a montar el cirio. Una "política joven", como él dice, sólo es una política de boy scouts. Al sobrino Oscar lo eligieron el domingo presidente del pedepismo, don Manuel, y, contra la izquierda y la derecha, yo comprendo y justifico el, que usted se los haya querido tragar como una ballena, para luego vomitarlos en la fosa antlántico / radiactiva de su mar galaico, porque el arbitrismo es una larga tarea -Cellorigo, Macías Picavea, Costa, usted-, y Alzaga quiere licenciarse de arbitrista en dos patadas. Fraga había convencido a la mayoría natural de que es demócrata (mayormente porque esa mayoría no existe). Pero finalmente, y cuando le iba tan bien, hombre, ha cometido el error fatal: alianzarse con el joven virgen que él mismo fue.
