La oposición critica con dureza el programa de gobierno expuesto por Jordi Pujol
El Parlamento autónomo fue testigo ayer de las intervenciones de los distintos grupos parlamentarios que contestaron al programa de gobierno expuesto por Pujol, el día anterior. Todos los grupos, con la excepción lógica de Convergencia i Uniò, criticaron la intervención del presidente de la Generalitat, aunque eso no significa que a la hora de votar las resoluciones finales el Consejo Ejecutivo quede en minoría. Por de pronto, los diputados de Centro Democrático y Social ya han anunciado que se abstendrán en todas las votaciones, por lo que Pujol sigue teniendo unaprecaria mayoría.
Jordi Pujol no estimó necesario explicar ayer ante el Parlamento autónomo la intervención de su Gobierno en ayuda de Banca Catalana, pese a ser requerido para ello por el portavoz comunista Rafael Ribó. Este consideró que había resultado improcedente que el consejero de Economía de la Generalitat, Ramón Trías Fargas, hiciera pública una nota oficial en la que salía al paso de los rumores existentes sobre dificultades financieras de aquella entidad, de la que el propio Pujol es fundador, y pidió explicaciones de lo que en realidad está ocurriendo con ella.Pujol insistió en que no está dispuesto a que se repita en Cataluña un episodio como el del Banco de los Pirineos (en suspensión de pagos y fuga de los principales accionistas), y añadió que será el consejero de Economía el que, si algún día es necesario hablar del tema Banca Catalana, "lo que afortunadamente no es preciso hacer hoy", informe a la Cámara legislativa de Cataluña.
El líder socialista Joan Reventós se interesó por los planes de Pujol para seguir gobernando Cataluña después de que uno de los grupos que apoyan su gestión (Centristes-UCD) se haya roto, y culpó al Gobierno de la Generalitat de estar indirectamente detrás del deterioro del clima de convivencia que, según el primer secretario del PSC, pone en peligro la unidad de Cataluña. Se refería Reventós, en concreto, a las agresiones fisicas y verbales que padecieron los socialistas en la reciente manifestación del 11 de septiembre. El primer secretario del PSC-PSOE culpó también a CiU del cambio de actitud experimentado en España respecto a Cataluña, antes ejemplo de democracia y convivencia y hoy acusada de insolidaria.
Réplica a Reventós
Pujol contestó que no consideraba necesario replantearse la fórmula política que le ha permitido gobernar desde abril de 1980 (pacto parlamentario entre su grupo (CiU), Esquerra Republicana y Centristas-UCD), al menos por ahora. Negó con apasionamiento que exista un peligro cierto de que se rompa la convivencia en Cataluña, y acusó a Reventós de querer magnificar unos incidentes aislados por intereses electoralistas: "Puedo hacerlo mal, puede que sea un mal presidente, pero no acepto que se juegue con este tema de la unidad del país cuando no responde a la verdad. Los nacionalistas no tenemos ningún interés en que esa ruptura se produzca, porque a nosotros, si Cataluña se rompe, no nos queda nada. A otros les queda la lucha de clases o una ideología".Con anterioridad, el portavoz de ERC, Joan Hortalá, le recordó a Pujol que en 1980 se había comprometido a promover una reforma del Estatuto para ampliar sus competencias. El presidente le contestó que la posibilidad de retocar el Estatuto sigue estando presente en su voluntad y en el programa del Consejo Ejecutivo. A esa reforma se opuso el centrista Cañellas, su otro aliado, quien comparó estos afanes reformistas con la posición de Fraga de modificar la Constitución y en particular su título VIII (autonomías): "Cualquier modificación de la Constitución o del Estatuto serviría únicamente para entorpecer la consolidación del Estado democrático de las autonomías".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.