La CEOE y la izquierda política y sindical mantienen 'puentes' de diálogo

Los canales de comunicación entre algunos sectores de la organización patronal CEOE y dirigentes de la oposición no se han roto en las últimas semanas, a pesar de los enfrentamientos públicos mantenidos entre la patronal y las organizaciones sindicales, con motivo de la discusión de la revisión salarial provocada por el alza de los precios al consumo. Los contactos no sólo no están rotos, sino que las últimas reacciones de la CEOE abren las puertas para posibles acuerdos concretos que se plasmarían en el momento en que se formara un Gobierno socialista si así se derivara de los resultados electorales.

En los últimos días, los responsables de la organización patronal han mantenido diversos contactos para explicar sus planteamientos: Carlos Ferrer Salat y José María Cuevas, presidente y secretario general de la CEOE, respectivamente, fueron invitados a un almuerzo con los presidentes de los siete grandes bancos y el presidente de la Asociación Empresarial de Banca. Los presidentes de los siete grandes bancos han celebrado, además, otro almuerzo de trabajo en esta semana y tienen previsto un tercero para el próximo miércoles. El tema de discusión es único: las elecciones y la financiación a los partidos que participan en éstas.De las dos comidas de los presidentes de los bancos mantenidas hasta ahora ha salido el compromiso de facilitar créditos a los partidos a un 14% de interés y por cuantías que dependerán de las expectativas electorales de cada uno de ellos; el análisis del comportamiento de la CEOE en la campaña, que no parece levantar suspicacias entre los presidentes de los bancos, ha sido objeto de una de ellas. Al final de ésta parece que uno de los presidentes que más defendían la coalición de centro-derecha, Emilio Botín, reconoció que su formación habría sido un error.

Acoso a Ferrer

Por otro lado, Carlos Ferrer Salat tuvo que hacer frente a un acoso bastante sistemático a sus primitivas posiciones a favor de la coalición en el transcurso de la asamblea del Círculo de Empresarios. Buena parte de los que intervinieron en la misma refutaron los datos ofrecidos por Ferrer -en coalición, se habrían obtenido 135 escaños, mientras que, separados, UCD alcanzará 30/35, y Alianza Popular, en torno a los setenta, según datos a los que el presidente de la CEOE dio la máxima fiabilidad-, argumentando que en estos momentos hay todas las encuestas que se quieran.

Ferrer explicó en la asamblea que no entendía la no formación de la coalición, en base a tres puntos: porque no existe el problema de la bipolarización política como enfrentamiento importante entre los votantes de la coalición y los de partidos de la izquierda; porque no tiene que ser cierto que juntos alcancen menos escaños, y porque los personalismos han adquirido tintes deplorables en el partido del Gobierno. Algunos de los intervinientes en la asamblea replicaron a Ferrer señalando la necesidad de moderar a la derecha a través de la existencia de un partido de centro y de ponerse en marcha para fortalecer esa opción, ya que parece que AP tiene una estructura adecuada en la actualidad, mientras que UCD se encuentra en crisis.

Carlos Ferrer afirmó en sus intervenciones que el presupuesto de la campaña por parte empresarial no estaba todavía ultimado, esperando que se haga en la semana próxima, así como las fórmulas de recaudación que se utilizarán. Ferrer, por último, señaló que la victoria socialista no se había producido todavía y que había que esperar al 28 de octubre.