El Ayuntamiento de Gijón solicita la expatriación de quinientos súbditos portugueses

El Ayuntamiento de Gijón, que cuenta con mayoría de izquierda, ha decidido solicitar la repatriación de medio millar de portugueses a su país de origen en este mismo mes. La corporación municipal estima que este grupo de personas, además de vivir sin documentos y sin fuente declarada de ingresos, constituye un cierto peligro para la población gijonesa, según manifestó ayer el alcalde, José Manuel Palacio, del PSOE, a este periódico.

En Asturias residen unos 5.000 portugueses, muchos de ellos plenamente integrados en la region y que no provocan problema alguno, pero entre los que viven en Gijón existe un núcleo, singularmente el de Villacajón (Tremanes), que, según las autoridades municipales, ocasiona serios trastornos al vecindario. Junto a las miserables chabolas de Villacajón, habitadas en condiciones infrahumanas por familias que, sin embargo, envían, al parecer, importantes cantidades de dinero a su país, se encuentran animales de su propiedad, que invaden los prados de los campesinos. Muchos practican la mendicidad, algunos son feriantes y otros desfilan, a veces, con sus carros tirados de burros por las calles gijonesas para buscar en las basuras, antes de la llegada del camión de recogida.Este tipo de espectáculos, algunos incidentes de orden público y los choques surgidos con los vecinos de Villacajón han convencido a la Comisión Municipal de Bienestar Social de la imperiosa necesidad de realizar, en primer lugar, una selección de los portugueses que viven ilegalmente en Gijón y sin la preceptiva carta de trabajo para solicitar de la autoridad española competente su traslado a Portugal.

La primera filtración del proyecto de la Comisión Municipal de Bienestar Social provocó una fulminante reacción del cónsul de Portugal en Gijón, Alberto Menéndez, quien aseguró que el Ayuntamiento carece de competencias para dictar una orden de repatriación. Alberto Menéndez puso de manifiesto la posibilidad de que las autoridades portuguesas hicieran público un documento sobre tan delicada cuestión. El cónsul se mostró sorprendido al conocer los planes de la corporación municipal gijonesa, teniendo en cuenta, agregó, que el Ayuntamiento de Gijón y el secretario de Estado lusitano, que visitó Villacajón hace seis meses, había llegado a un acuerdo para poner en marcha medidas tendentes a la erradicación del chabolismo, en las que participaría económicamente Portugal.

José Manuel Palacio manifestó a este periódico que el Ayuntamiento propondrá la expatriación al Gobierno español y matizó que esta iniciativa municipal afectará sólo a los portugueses residentes en Gijón en situación ilegal y que, además, dañen la convivencia ciudadana, motivos por los que, en su opinión, los demás compatriotas de aquellos no deben sentir inquietud alguna.

Interpretaciones diferentes

Las interpretaciones dadas por el cónsul de Portugal y el alcalde de Gijón a las recientes negociaciones entre aquel país y el municipio, dirigidas a encontrar una vivienda digna para los portugueses, difieren sensiblemente. José Manuel Palacio opina que las autoridades de Portugal estaban de acuerdo en acoger a los indocumentados. "Creo", afirmó, "que incluso se habían ofrecido a colaborar con nosotros en esa tarea". Para facilitar el traslado definitivo a Portugal de las quinientas personas que residen ilegalmente en el municipio, el Ayuntamiento aprobó ya una partida de un millón de pesetas.Frente a esta versión de los acuerdos verbales entre las autoridades portuguesas y el Ayuntamiento de Gijón, el cónsul apela a la oferta de unos cinco millones de pesetas que realizaría aquel país para buscar viviendas a las familias de Villacajón. "Desde que tratamos este asunto por última vez", afirma Alberto Menéndez, "el Gobierno portugués no recibió notificación alguna del Ayuntamiento.