El Congreso del Partido Comunista Chino certifica la liquidación del maoísmo

Hua Guofeng, sucesor de Mao Zedong, ha quedado fuera de la cúpula dirigente china dentro de una profunda remodelación política operada en China en el curso del 12º Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), clausurado ayer en Pekín, que ha supuesto la consolidación definitiva de Deng Xiaoping como hombre fuerte del régimen y la liquidación definitiva del maoísmo.

La exclusión de Hua Guofeng deja las manos libres a Deng Xiaoping en la dirección del Partido Comunista Chino, en cuya cúspide ha situado a sus más íntimos colaboradores, el primer ministro Zhao Ziyang y el secretario general del PCCh, Hu Yaobang.Deng Xiaoping, personalmente, presidirá la poderosa Comisión Militar del partido y formará parte del Buró Político y de la Comisión Permanente de este órgano, que detenta el poder ejecutivo real en China. Igualmente, encabezará el Consejo de Asesores, un órgano consultivo al que ha sido relegada la vieja guardia maoísta.

El Congreso comunista clausurado en Pekín consagra la liquidación política de los dirigentes que accedieron al poder durante la denominada revolución cultural y que, pese a la detención de los principales responsables de aquellos acontecimientos, agrupados en la denominada banda de los cuatro, aún conservaban posiciones de poder en la cúpula política de Pekín.

Del mismo modo, los principales vestigios del maoísmo desaparecen con la presumiblemente definitiva extinción política del sucesor de Mao Zedong. Según los observadores, China inaugurará a partir de ahora, sin grandes obstáculos internos, una fase política caracterizada por una gestión tecnocrática del poder por parte de hombres próximos a Deng Xiaoping.

Igualmente, se cree que en esta nueva fase quedará plenamente institucionaado un modelo económico mixto, abierto a la penetración de la inversión extranjera, que conservará aspectos de la economía socialista e incluirá crecientemente elementos y prácticas procedentes de la economía de mercado. Coincidiendo con la clausura del Congreso, Pekín condenó enérgicamente ayer la violación del espacio aéreo de China por dos Mig-21 de la fuerza aérea vietnamita.

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