Endurecimiento de las autoridades polacas ante los nuevos incidentes
Las autoridades polacas han vuelto a endurecer su postura emitiendo órdenes de detención contra cuatro dirigentes del Comité de Autodefensa Social (KOR, fracción radical del sindicato independiente Solidaridad autodisuelta en el otoño de 1981) que se encontraban internados en el campo de Bialoleka y rechazando todo tipo de negociación con los dirigentes de Solidaridad. Simultáneamente, miles de ciudadanos acudían ayer en Lubin, a los funerales por las víctimas que se registraron durante las manifestaciones del 31 de agosto.Por cuarto día consecutivo, ayer se registraron en Lubin enfrentamientos de una violencia sin precedentes entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Reunido ayer en Varsovia, el Consejo de Ministros polaco no ha modificado su interpretación de los acontecimientos que se registran en el país durante los últimos días tras las manifestaciones convocadas por Solidaridad para conmemorar el segundo aniversario de la firma de los acuerdos de Gdansk y que se celebraron en 34 provincias del país. El Gobierno ha hecho responsable de los incidentes al KOR, y el fiscal militar ha ordenado la detención de cuatro de sus máximos dirigentes, ya internados desde que se decretó el 13 de diciembre de 1981 el estado de guerra, acusándoles de "llevar a cabo preparativos para derrocar por la fuerza al régimen".
El portavoz gubernamental ha excluido todo tipo de negociaciones con Solidaridad y con Lech Walesa, pero por primera vez se ha referido a los militantes del sindicato diciendo que el Gobierno se dirigirá "a la población y a las masas de Solidaridad sin pasar a través de sus dirigentes".
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