Miles de personas asisten Polonia a los funerales por las víctimas de las manifestaciones del martes
Varios miles de personas asistieron ayer en la ciudad de Lubin a los funerales por las tres víctimas que se registraron el pasado martes a raíz de la intervención de las fuerzas antidisturbios contra los manifestantes congregados por el sindicato independiente Solidaridad para conmemorar el segundo aniversario de los acuerdos de Gdansk. Cuatro dirigentes del Comité de Autodefensa Social (KOR), fracción radical de Solidaridad, que permanecían internados en campos desde que se decretó el estado de guerra el 13 de diciembre de 1981, han sido acusados de conspirar contra el régimen polaco. El Consejo de Ministros polaco decidió ayer, al mismo tiempo, no negociar con la dirección de Solidaridad ni con su presidente, Lech Walesa.
Por cuarto día consecutivo, violentos enfrentamientos se produjeron ayer entre varios miles de manifestantes y las fuerzas de seguridad en Lubin, ciudad totalmente bloqueada por la policía, en la que el jueves por la noche se había decretado el toque de queda. Los enfrentamientos, de violencia inusitada, comenzaron a producirse cuando las unidades antidisturbios polacas intentaron en la mañada de ayer retirar las cruces de flores colocadas por la población en el lugar en que cayeron muertos por las balas de la policía el pasado martes tres manifestantes. En Lubin se dice que el número real de muertos en la ciudad es de cinco, lo que elevaría a ocho las víctimas de las manifestaciones que se registraron el 31 de agosto en 34 departamentos polacos de los 49 con que cuenta el país.En Lubin, ciudad con una población de unos 50.000 habitantes, situada al suroeste del país y que constituye un centro industrial de extracción de cobre, los mineros se encuentran en huelga en el fondo de las minas desde el jueves y se han negado a salir a la superficie, según declararon fuentes sindicales en Varsovia. Esta noticia, sin embargo, fue desmentida ayer por la televisión polaca.
La ciudad quedó bloqueada el jueves por la noche tras una serie de fuertes enfrentamientos que duraron hasta las dos de la madrugada de ayer. Los extranjeros que se encontraban en el importante centro minero fueron instados a que abandonasen la población.
También la ciudad de Jastrzebie quedó ayer totalmente bloqueada por las fuerzas de seguridad, lo que hace pensar que en ella se registraron igualmente manifestaciones masivas. La policía informó que 526 personas fueron detenidas tras las manifestaciones registradas en los pasados días. En toda Polonia, las comunicaciones interurbanas automáticas siguen interrumpidas desde el pasado miércoles.
Una atmósfera muy tensa domina todo el país, y las fuerzas de seguridad y el Ejército están omnipresentes, mientras el poder parece firmemente decidido a eliminar todo ti po de resistencia.
El Gobierno no negocia
El Consejo de Ministros, reunido ayer por la tarde en Varsovia, decidió no negociar con la dirección de Solidaridad y ni siquiera, con su presidente, Lech Walesa, según declaró el portavoz oficial del Gobierno, Jerzy Urban, en una rueda de Prensa. "La dirección de Solidaridad no puede ser tomada en cuenta en su totalidad", señaló Urban, precisando que el Gobierno polaco "va a dirigirse a la población y a las masas de Solidaridad sin pasar a través de sus dirigentes". Con respecto a la actitud que adoptará el Consejo Militar de Salvación Nacional con respecto a Walesa, Urban añadió que "depende de lo que diga cuando hable".
Según el portavoz del Gobierno, en el,curso de las manifestaciones e incidentes que se registraron en toda Polonia el 1 de agosto, 148 miembros de las fuerzas de seguridad habían resultado heridos, tres de ellos de manera grave, junto con otros 63 manifestantes y seis bomberos. Urban indicó que tres manifestantes habían muerto por herídas de bala, dos en Lubin y el tercero en Wroclaw.
La víctima de Gdansk, indicó Urban respondiendo a una pregunta, falleció el jueves en circunstancias aún no aclaradas. Este dato eleva a cuatro el número de víctimas de los combates que se produjeron el pasado martes entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad polacas.
Los internados, detenidos
Urban leyó a los periodistas una declaración del fiscal militar en la -que se informaba de la detención de cuatro de los líderes del KOR -Jacek Kuron, Adam Michnik, Jan Lipynski y Jusek Wujec- que se encuentran internados desde el pasado 13 de diciembre, día en que se impuso la ley marcial, en el campo de Bialoleka y que serán juzgados bajo la acusación de "llevar a cabo preparativos para el derrocamiento violento del sistema sociopolítico polaco".
La detención por parte del fiscal militar se produce dado que los campos de internamiento no funcionan exactamente como cárceles.
La nueva disposición contra los dirigentes del KOR, organización que se autodisolvió en el otoño de 1981, los pone bajo la disposición de la justicia, dejando de tener la situación de internados políticos. El fiscal militar emitió también orden de búsqueda y captura contra otros dirigentes del KOR que viven en la clandestinidad desde la reciente declaración del estado de guerra.
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