Se mantiene la tendencia a la baja de los tipos de interés en el mercado financiero español
La subasta de pagarés del Tesoro o deuda a corto plazo celebrada ayer, al margen de mostrar una cifra récord en cuanto a la cantidad aceptada por la Dirección General del Tesoro, viene a confirmar la política de tipos de interés más bajos llevada a cabo por la autoridad monetaria en los últimos tiempos, tratando de poner a la economía española en la misma línea que las de los demás países industrializados.
La emisión de pagarés del Tesoro se cerró con la adjudicación de títulos por valor de 16.505 millones de pesetas para un año de amortización, y de 1.251 millones de pesetas, para seis meses En conjunto, estas cantidades suponen la cifra más elevada conseguida en cualquiera de las ocho subastas celebradas hasta ahora, y podría indicar -según fuentes del Ministerio de Hacienda- la confirmacion de este instrumento como válido para las necesidades del sistema financiero.Como comparación, el Banco de España ha explicado que en el total de subastas anteriores s habían adjudicado 38.500 millones de pesetas. El resultado de la celebrada ayer significa que se ha contratado prácticamente la mitad de esos 38.500 millones. El dato básico, no obstante, es que por primera vez, y con ganas de quedarse con títulos de deuda a corto plazo, los bancos y cajas de ahorro se han presentado en las subastas y la cifra de pagarés que pueden tener en sus manos en estos momentos rondaría el 40% del total adjudicado, es decir, en torno a los 8.000 millones de pesetas.
Los tipos de interés a que se han adjudicado los casi 18.000 millones de pesetas oscilan entre el 14,46% y el 15,74%, dependiendo del plazo de amortización. Estos tipos de interés, algo más elevados que los de la última subasta de pagarés del Tesoro, celebrada a finales de julio, deben compararse, en opinión de los expertos, con los de los certificados de regulación monetaria (CRM) a nueve meses. Según esto queda claro que se está produciendo una disminución en los tipos de interés que se acerca a los dos puntos, lo que vendría a poner en sintonía a la situación española con la que están experimentando los demás países desarrollados del inundo occidental.
Los tipos no bajarán mucho más
En medios oficiales se considera que esta disminución no debe proseguir mucho, ya que ello podría provocar problemas adicionales a la economía española. La diferencia existente entre los tipos de interés internacionales y los españoles debe tener un diferencial al alza para los nacionales que equilibre las diferencias de tipos de cambio de la peseta frente al dólar y las distintas expectativas de inflación existentes en España y en las demás naciones. En estos momentos, el diferencial, referido al mercado norte americano, está situado en cinco puntos; si los tipos de interés españoles bajaran algo más, la balanza de pagos podría resentirse, y por ello se considera en medios financieros privados que los tipos de interés de los pagarés del Tesoro o de los CRM -que han acabado convirtiéndose en lo mismo a pesar de las reticencias iniciales- no deberían colocarse, en las circunstancias actuales, fuera de la banda del 14,25-14,75%.
Para los medios financieros privados hay uña serie de circunstancias que deben tenerse en cuenta a la hora de valorar esta reducción de los tipos de interés. Por un lado, el descenso en los tipos internacionales, que debe tener su traducción práctica en la situación española. Por otro, el exceso de liquidez en el sistema financiero, que hace que el Banco de España haya renunciado a mantener el crecimiento de la magnitud del dinero en circulación a medio y largo plazo dentro de las coordenadas fijadas y que en la actualidad se limite a tratar de controlarlo a corto plazo.
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