Incompatibilidad

Como usted bien sabe, los españoles estamos bastante cansados de tener que hablar de los militares, y no precisamente por lo que atañe a sus honrosas competencias profesionales, sino por sus posibles presiones sobre la política. Si un militar tiene vocación política, debiera existir una ley de incompatibilidades que le obligue a renunciar al uniforme y ocuparse de lo que le interesa.Me permito hacerle estas consideraciones por la sorprendente información aparecida en la página 9 de EL PAIS correspondiente al día 20 de agosto, que se refiere a las múltiples actividades del teniente coronel Fernández Monzón. Resulta que este teniente coronel, que recientemente ha sido nada menos que portavoz del Ministerio de Defensa, trabaja en sociedades del millonario del franquismo Alfonso Fierro y además ofrece sus servicios de experto en información a uno y otro partidos políticos, y, se dice, lo va a contratar UCD.

La confusión entre un grado militar y otras ocupaciones me parece, señor director, y creo que también a muchos españoles, una cosa que debiera evitarse del todo. El Eército español es algo demasiado serio para merecer que se hable de él por lo que no le corresponde./