El PCE estudia una iniciativa contra la coincidencia de la visita del Papa con la campaña électoral

El secretariado del Comité Central del Partido Comunista de España acordó ayer estudiar la posibilidad de emprender una iniciativa política concreta en favor del aplazamiento de la visita de Juan Pablo II a España. El secretariado lo adoptó también una serie de acuerdos referentes a las líneas maestras de la campaña, a la que se destinará la cantidad insólita de quinientos millones de pesetas, y al reforzamiento de la presencia política del partido en el período que resta hasta las elecciones.

La primera consecuencia de la convocatoria anticipada de los comicios, que el secretariado del PCE valoró como un ardid táctico dirigido a.impedir la cristalización del centro progresista que encarna el CDS de Suárez, será la alteración de los planes electorales escalonados comunistas de modo que la precampaña prevista para septiembre y octubre se superpondrá con la campaña electoral propiamente dicha.De cara a la preparación de la campaña, el secretariado acordó instar a las diversas comisiones que trabajan en el programa electoral para que presenten sus borradores antes del próximo día 10 de septiembre, en que se celebrará una sesión conjunta de la comisión electoral y del Comité Ejecutivo.

Este órgano encargará a Nicolás Sartorius -que, según fuentes comunistas, se está finplicando intensamente en la contienda electoral- y Jaime Ballesteros, vicesecretario general del partido, la redacción de la propuesta definitiva de programa.

Igualmente, en esta reunión se examinarán las listas de candidatos presentadas por las diversas organizaciones provinciales y regionales.

El Comité Central, convocado para los días 14 y 15 del próximo mes, será el encargado de aprobar el programa y las candidaturas definitivas con las que el partido comunista comparecerá ante. el electorado.

La financiación de la actual campaña contará con un presupuesto de más de quinientos millones de pesetas, notablemente superior al invertido en anteriores confrontaciones, en las que jamás se sobrepasaron los 130 millones.

La campaña del calcetín

La recaudación de estos fondos está prevista, según fuentes comunistas, en base a la campaña del calcetín (envío a la dirección central de todos los ahorros disponibles en las organizaciones de base) anunciada por Carrillo en la última fiesta de Mundo Obrero, a la emisión de dos millones de bonos, que serán vendidos a cien pesetas, y a la negociación de créditos con diversas entidades bancarias.

El secretariado del Comité Central del PCE decidió mantener una norma de absoluta transparencia" en cuanto a la procedencia de sus fuentes de financiación y emplazó a los restantes partidos a "obrar del mismo modo".

La utilización de estos fondos se llevará cabo de forma centralizada en sus dos terceras partes, y sólo un tercio será cedido a las organizaciones locales para sus actividades electorales específicas. Este criterio fue explicado de cara a sacar el máximo provecho a los recursos económicos disponibles, invirtiéndolos en aquellas provincias en las que el partido obtuvo actas de diputado o en aquellas otras donde se estuvo a punto de alcanzar representación parlamentaria.

La campaña electoral comunista tendrá como eje, según pudo saber EL PAIS, la idea de resaltar la necesidad de contar con un partido comunista fuerte para contener la "deriva socialdemócrata" del PSOE y de promover una convergencia de la izquierda y que, a la vez, áctúe como garantía de la cubninación de la transición democrática. Las fuentes citadás comentaron a este diario que "el PCE no cometerá de nuevo el error de Andalucía, donde con el eslogan Juntos podemos se suscitó el equívoco de que daba igual votar al PCE que al PSOE".

La dirección comunista valoró igualmente la conveniencia de reforzar la presencia institucional del PCE durante el período electoral con vistas a hacer frente a los acontecimientos que pudieran producirse en este plazo de dos meses. A este fin adoptó el acuerdo de designar a Santiago Carrillo para representar al PCE en la diputación permanente de las Cortes que funcionará durante, el paréntesis preelectoral.

Los portavoces comunistas se mostraron optimistas respecto a las posibilidades electorales de su partido, aunque reconocieron que "se encuentra en una situación difícil tras las crisis orginadas por las salidas de los dogmáticos prosoviéticos en Cataluña y los renovadores". Precisamente, el Partido de los Comunistas Catalanes, que presentará sus propias candidaturas en Cataluña, se plantea la posibilidad de apoyar las listas socialistas para el Senado.

Para evitar la dispersión del voto sensible a los planteamientos de los renovadores, la dirección comunista está tratando de repescar a algunos de ellos. El ex dirigente comunista Manuel Azcárate, sin embargo, descartó esta posibilidad, y declaró a EL PAIS que "la Asociación para la Renovación de la Izquierda mantendrá uná posición genérica en favor de la izquierda, sin entrar en mayores definiciones".