Baños de sangre
Después de hacer, durante los años sesenta, un buen número de películas de calidad, que en algunos casos incluso tienen algo de cine experimental, el catalán Jorge Grau, miembro de lo que en su momento se vino a llamar "nuevo cine español", se pasó al cine comercial.La razón de este cambio, más que una decisión personal largamente meditada, hay que buscarla en que el tiempo ha demostrado la inviabilidad del movimiento "nuevo cine español", creado por Manuel Fraga Iribarne des-
de su despacho del Ministerio de Información y Turismo y que la única forma de hacer cine en España es pensando en el público que va a ir a verlo.
De esta forma, Grau hace tres películas de terror a principios de los setenta, antes de embarcarse en el drama realista de la mano del productor José Frade y llegar al callejón sin salida que en la actualidad es el cine español.
La primera de estas tres películas de terror es Ceremonia sangrienta (1972), una coproducción hispano-italiana sobre un guión escrito por el italiano Sandro Continenza, el propio Grau y el especialista en el género Juan Tebar, que parte del personaje histórico de la condesa Bathory que en su Checoslovaquia natal se baña en sangre de doncellas para no envejecer.
Lejos de los grandes clásicos del género, el resultado tiene interés en la medida que el guión está bien construido, la dirección es fluida, la producción tiene ciertos medios y el reparto está encabezado por Lucía Bosé, la entonces atractiva jovencita Ewa Aulin y el terrible galán venezolano Spartaco Santoni.
Ceremonia sangrienta se emite hoy a las 22.00 por la segunda cadena.
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