El gerente de Lípidos cuenta desde prisión cómo se adulteró el aceite
Al año y medio de iniciarse en España el escándalo del aceite de colza que produjo el envenenamiento masivo denominado síndrome tóxico, Miguel Par describe el proceso por el que ha sido posible tan gigantesco fraude. Reconoce como única infracción por su parte haber hecho contrabando de tres millones de kilos de aceite de colza comestible, sin desnaturalizar, y explica las facilidades existentes para el mismo: "No hacía falta sobornar a ningún funcionario, bastaba con darle tú mismo las muestras para analizar"."La relajación comercial fomentada por la Administración en favor de una política de grasas proteccionista, la interrelación entre las importaciones ilegales y el auge del mercado negro en este sector son elementos indisociables para comprender la historia de la adulteración del aceite, no sólo de oliva, que se remonta a los años sesenta, cuando la Administración permitió la mezcla de oliva y soja con el aceite de regulación", afirma desde la cárcel de Carabanchel el gerente de Lípidos Ibéricos, en unas declaraciones a EL PAIS cuya publicación se inicia hoy.
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