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Los navieros españoles piden protección para los fletes de buques de carga seca

La opinión de los navieros españoles coincide en que el presente año es funesto para la economía de sus empresas y el ejercicio que viene puede convertirse en una desventura permanente. Las cifras, según los armadores, cantan, y como ejemplo citan el hundimiento del mercado de fletes para los buques de carga seca menores de 16.000 Toneladas de Peso Muerto (TPM), depresión que aseguran única por su gravedad en los cincuenta últimos años. Para frenar el proceso los navieros solicitan algunas medidas proteccionistas.

En un estudio realizado a partir de los Indices de General Council of British Shipping, los fletes para buques de carga seca menores de 16.000 Toneladas de Peso Muerto se redujeron durante el pasado año en un 40%-50%, aproximadamente, se encogió la demanda de nuevas unidades y en la actualidad se procede a la cancelación de contratos de construcción. El amarre de estos buques siguió la senda de la depresión y con fecha 31 de mayo pasado se contabilizaron 15 buques españoles amarrados y 460 en todo el mundo.

Caída alarmante del mercado

La repercusión de la caída del mercado de fletes es, según los armadores, alarmantes en nuestro país. Argumentan esta afirmación en que este tipo de buques está sometido al régimen de tráfico internacional puro y ello implica que no se puede acceder al beneficio de los fletes de regulación oficial.Inciden además los navieros en que los costes de la flota española son superiores a la competencia a causa de la cautividad del mercado de los buques, los seguros, las reparaciones y los suministros.

Esta posición de desventaja, según la Asociación de Navieros Españoles, la patronal del sector, "hacen a largo plazo insostenibles estos buques frente a los países de pabellón de conveniencia o asimilables".

Los ejemplos que cita la asociación al respecto son las preferencias que países de la Comunidad Económica Europea como Italia, Francia o Bélgica ofrecen a los buques con su pabellón y la continuidad en los tráficos que facilitan a las compañías navieras de la República Federal de Alemania, Holanda e Inglaterra sus cargadores y fletadores.

Créditos extraordinarios

Estos dos casos no suceden en España y esa razón provoca que "el nivel de fletes actual permita satisfacer exclusivamente los costes variables -gastos de puerto y combustible- siendo los gastos fijos una pérdida neta y resultando la devolución del préstamo de construcción del buque prácticamente imposible para la inexistente tesorería de las empresas".La venta de buques amortizados en el mercado de segunda mano tampoco es solución coyuntural a la actual situación porque un buque de construcción actual de 1.500 millones de pesetas se vende en una cifra que varía entre los doscientos cincuenta y los trescientos cincuenta millones de pesetas, lo cual supone una escasa generación de fondos. La Asociación de Navieros Españoles, para evitar que desaparezca la flota de buques de carga seca menores de 16.000 Toneladas de Peso Muerto, propone acciones de protección al sector que se resumen en la participación efectiva en los tráficos que se generan en España y en el freno a la acciones ejecutivas de garantías.

Para la primera solución, la Asociación de Navieros Españoles sugiere el establecimiento de un mecanismo estadístico de control de cargas y buques que permita ampliar "la acción comercial de las empresas navieras españolas hasta que se suprima la cautividad de mercado, aspiración de todo el sector naviero español".

Ante la imposibilidad de "atender los vencimientos de los créditos que afectan a estos tipos de buque", la Asociación de Navieros Españoles propone establecer un crédito de regulación para las vencimientos de los años 1982 y 1983 que podría concederse por el Banco de Crédito Industrial.

El mencionado crédito alcanzaría los 8.000 millones de pesetas a un plazo de siete años con dos años de carencia.

Con esos fondos se podrían mantener los programas de inversión de transformación y mejora de los buques en servicio así como la introducción de nuevos tráficos o proyectos de otras actividades.

La flota española de buques de carga seca menores de 16.000 Toneladas de Peso Muerto la componen en la actualidad 150 buques que dan empleo directo a alrededor de 6.000 trabajadores.

En su último boletín informativo, correspondiente al mes de agosto, Anave define la situación como "la mayor crisis naval desde hace medio siglo. Estamos viviendo la peor crisis naval que se ha conocido en los últimos cincuenta años. Nunca, como en estos momentos, existe una falta de ocupación de flota, de todos los tipos y sectores y extendida a lo largo y ancho del mundo". A continuación reiteran las causas: las fuertes elevaciones de los costes de explotación, el hundimiento de las cotizaciones de los fletes y el exceso de tonelaje disponible.

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