_
_
_
_
PAÍS VALENCIANO

El Ayuntamiento de Valencia prepara un plan de protección del barrio del Carmen

El Ayuntamiento de Valencia prepara un plan especial de protección del popular barrio del Carmen, centro histórico de Valencia. Tiempo atrás residencia de artesanos de los más diversos oficios, ahora es, como los cascos viejos de tantas otras ciudades, una zona cargada de bares y restaurantes. Pero si bien no le falta vida, sobre todo nocturna, sí se encuentran en avanzado estado de abandono muchos de sus edificios, que el Ayuntamiento desea restaurar.

"Es corriente", se afirma entre los promotores del plan, "que cuando se acometen con fines especulativos rehabilitaciones de barrios o zonas populares de los centros históricos se produzca de hecho una expulsión de parte de la población residente hacia barrios periféricos, al no poder soportar las cargas o costes derivados de esta rehabilitación. Estas cargas pasan a ser asumidas por los que pueden efectuarlas: comercios, oficinas, residencias de lujo". El plan que se quiere aplicar en el centro histórico de Valencia pretende alejarse de esta pauta arbitrando medidas de protección.El barrio del Carmen es el más deteriorado de todos los que integran el núcleo histórico de la ciudad (ciutat vella). La mitad de sus viviendas se considera que no tienen condiciones de habitabilidad (el 31 % no posee ni ducha ni bañera) y un 8% de las parcelas son solares sin edificar. El planeamiento urbano que existía para la zona antes de la orientación urbanística de la nueva corporación influyó enormemente en este abandono. Desde 1907 se proyectó prolongar la avenida del Oeste, dividiendo el barrio del Carmen.

Este hecho creó expectativas especulativas en los propietarios de los edificios, que no acometieron mejoras de la vivienda a la vista de un próximo derribo y venta del solar. La riada de octubre de 1957 hizo también que en veinte años, hasta 1975, la mitad de los moradores del Carmen hayan abandonado el barrio y una parte de las viviendas se encuentren desocupadas. Excepto la tradicional bohemia de la facultad de Bellas Artes, hoy cerrada por derribo de una bóveda, y algunos profesionales pioneros de la reforma que pretende el Ayuntamiento, las posibilidades de rehabilitación del barrio con nuevos moradores son escasas. En realidad, el Carmen se ha convertido, como otros barrios históricos de ciudades españolas venidos a menos, en lugar de encuentro de los numerosos ciudadanos que acuden al reclamo de una variada oferta de bares, tabernas y restaurantes populares abiertos en los últimos años.

Desde sus comienzos, el barrio fue zona de asentamiento de los gremios artesanos de trabajo de la piel y del tinte. Estos dieron paso a los gremios de caldereros y esparteros, y en épocas más recientes el barrio albergó a los trabajadores de la seda, madera y orfebrería. También hubo otras actividades como las artes gráficas, y precisamente este barrio acogió la primera imprenta que se instaló en España, en 1474.

Proliferaron conventos

Por otro lado, proliferaron conventos (uno de ellos, el palacio de San Carlos, sede de Bellas Artes) con amplios huertos que en el siglo XIX se transformaron en asilos y casas de beneficencia.La muestra de fotografías recogida por la asociación de vecinos da testimonio de los raros vestigios de su origen gremial, que todavía hoy pueden encontrarse en comercios despintados, pensiones blanqueadas o personajes populares de la calle.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_