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Los defectos de las nucleares de Almaraz y Ascó no afectan en absoluto a la seguridad, según el comisario de la Energía

"No hay que temer ningún peligro con relación a los defectos de diseño observados en las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres) y Ascó (Tarragona), ya que se han adoptado todas las precauciones y controles precisos y la seguridad es absoluta", ha declarado Luis Magaña, comisario general de la Energía, matizando las afirmaciones realizadas anteayer en Gijón por su subordinado, el director general de la Energía, José del Pozo. En la Feria de Muestras de Asturias, José del Pozo, sembró ayer cierta preocupación entre el público al afirmar en su discurso en Gijón, según Efe, que "Almaraz y Ascó tienen circuitos defectuosos que podrían ocasionar escapes radioactivos peligrosos si no son subsanados, por lo que sólo trabajarán al 50% de sus posibilidades".

Directivos de las empresas propietarias de las citadas centrales nucleares (Fecsal Hidrola, Sevillana y Unión), diseñadas por Westinghouse, manifestaron ayer su deseo de no hacer comentario alguno sobre las declaraciones del director general de Energía para no entablar polémica con la Administración en materias tan delicadas, aunque mostraron su sorpresa e inquietud por las palabras del alto funcionario.El director general de Westinghouse Proyectos Eléctricos, José María Aldeanueva, recibió la noticia con estupor y se apresuró a declarar que "no hay ningún riesgo que efecte a la seguridad de las centrales, pues el defecto descubierto en la central sueca, que afecta a otras treinta plantas semejantes en todo el mundo, ya está técnicamente subsanado y se refiere al desgaste de unos tubos del sistema de refrigeración debido a las vibraciones producidas por la presión de la entrada de agua, pero no puede relacionarse, de ninguna forma, con temores a la contaminación radioactiva".

Se trata simplemente, según el directivo de Westinghouse, de un programa de mantenimiento para subsanar definitivamente el defecto original. Las modificaciones del diseño se van a aplicar al grupo II de Almaraz hacia finales de septiembre, al mismo tiempo que se incorporen a las centrales semejantes de Estados Unidos. Almaraz I volverá a funcionar dentro de unos días y se aplicará la modificación durante la próxima parada de inspección en 1983. Ascó I empezará a funcionar sin estas modificaciones, puesto que ya está lista para, ello, aunque a nivel de pruebas al 10% de su capacidad. La rectificación se hará el año próximo ya que no se ha considerado preciso esperar más tiempo y puede incorporarse durante una de las paradas reglamentarias de inspección.

Por su parte, el comisario general de la Energía, Luis Magaña, ha insistido en que se han adoptado seguridades dobles sobre todo el proceso de las centrales nucleares afectadas por estos defectos, que hay sobrada vigilancia sobre ello y que el Consejo de Seguridad Nuclear ha informado puntualmente al Parlamento sobre el caso. Quitando importancia al problema, Luis Magaña ha recordado que la Nuclear Regulatory Commision de los Estados Unidos declinó en su día ocuparse de este defecto de refrigeración de Westinghouse por entender que no era de su competencia.

Ensayos satisfactorios

La solución adoptada por los técnicos de la multinacional norteamericana ha consistido, al parecer, en orientar el flujo de agua para que no se produzcan las diferencias de velocidad y presión que perjudican a los tubos. El cálculo ha sido complejo, según los especialistas y se han realizado ya ensayos satisfactorios a escala real.

Entre tanto, el director general de la Energía, autor de las declaraciones de Gijón sobre el posible "peligro de escape radioactivo" compareció ayer ante las cámaras de Televisión, en el programa Tele-1, para rectificar sus anteriores palabras, recogidas por la agencia Efe, para afirmar que las centrales nueleares de Ascó y Almaraz "no revisten peligro alguno de escapes radiactivos y que si le destinaran a una de estas centrales viviría allí tranquilamente con su familia".

"El problema", dijo, "no es nuevo. Ya en octubre se afirmó que en un país europeo había habido escapes en centrales de idénticas características a las de Ascó y Almaraz. Se ordenó una investigación que puso de manifiesto la inexistencia de estos problemas en las centrales españolas, pese a lo cual se ordenó que trabajasen al 50% de sus posibilidades para evitar problemas".

Según José del Pozo, estos problemas están derivados del envejecimiento de ciertas piezas, que van a ser cambiadas en ambas centrales, y que en la actualidad no pueden crear dificultades, ya que éstas surgirían cuando las centrales trabajasen al ciento por ciento, y ahora lo hacen a la mitad de su capacidad.

Oscar Jiménez Reinaldo, miembro del Consejo de Seguridad Nuclear, también presente en el programa, afirmó que no existe actualmente problema alguno de seguridad Personal para los empleados, familiares o vecinos de las centrales.

También debatió el Gobierno, reunido ayer, las declaraciones de José del Pozo. Al término del Consejo de Ministros, el secretario de Estado para la Información se limitó a entregar a la Prensa una nota oficial en la que se recoge, entre otras cosas, lo siguiente:

Las deficiencias observadas en los generadores de vapor Westinghouse, modelos D-3 y D4, que se detectaron con ocasión de la parada de la central nuclear Ringhals III (Suecia), afectan a las centrales nucleares españolas del mismo diseño.

Se trata de un problema de limitación de potencia de funcionamiento por desgaste del componente del citado equipo, al margen de cualquier cuestión de seguridad.

Las autoridades energéticas españolas tuvieron conocimiento del mismo el pasado mes de noviembre, con ocasión de la revisión en Almaraz I, único grupo en funcionamiento de los afectados.

Los informes técnicos realizados permiten asegurar que a una potencia limitada este problema no se produce. En consecuencia, el Ministerio de Industria y Energía autorizó, previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear, el funcionamiento de la central con límite de potencia durante un período determinado.

Después de dos fases de 1.500 horas operando al 50%, se puede asegurar que el generador de vapor de Almaraz I no ha experimentado ningún daño.

En la actualidad, el problema del generador de vapor Westinghouse de este diseño se considera resuelto técnicamente, de acuerdo con los programas de investigación y análisis de laboratorio realizados en EE UU y Suecia, con prototipos a diversas escalas y tamaño natural, mediante pequeñas modificaciones en la alimentación del agua.

Estas modificaciones se introducirán en las centrales españolas de este diseño, al mismo tiempo que otras centrales norteamericanas, con carácter inmediato.

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