Israel rechaza la exigencia norteamericana de que se retire de Beirut occidental
El Gobierno israelí anunció esta madrugada que no daría a su Ejército la orden de retroceder a las posiciones que ocupaba en Beirut el 1 de agosto, rechazando de esta forma la resolución adoptada el miércoles por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El presidente norteamericano, Ronald Reagan, había solicitado igualmente que Israel retrocediese a sus anteriores posiciones en el mensaje que dirigió al primer ministro israelí, Menájem Beguín, reiterado de nuevo ayer.
Además, el Gobierno israelí ha considerado como "un obstáculo a la retirada total y definitiva de los terroristas de Beirut y de Líbano" el desplegamiento de observadores de la ONU, según dos decisiones adoptadas ayer por el Gabinete de Menájem Beguin al término de una reunión extraordinaria."Israel ha sido siempre partidario de un alto el fuego completo y recíproco", indicó el portavoz del Gobierno de Tel Aviv al término de la reunión. Pero agregó que "la presencia de observadores de la ONU apoyaría a los terroristas en su idea de que pueden seguir en Beirut y de que no están obligados a abandonar Líbano".
Por otra parte, la agencia France Presse afirmaba esta madrugada, citando una fuente gubernamental que participa en las negociaciones entre Líbano y la Organización para la Liberación de Palestina, que "progresos muy importantes se han registrado en el curso de las últimas horas con vistas a un acuerdo político para la solución del problema de Beirut oeste".
Este acuerdo sería el resultado de la "firme actitud de EE UU sobre el alto el fuego en Beirut y de la ratificación por parte de los palestinos de su intención de respetar su compromiso sobre la evacuación de la capital libanesa".
En el posible acuerdo también habría intervenido la decisión de Francia de enviar tropas a Líbano para formar parte de una fuerza internacional de mediación, que serían las primeras en llegar a Líbano, coincidiendo con la salida de los palestinos.
En un nuevo intento de despejar el terreno a su enviado especial en Líbano, Philip Habib, Washington ha pedido a Israel que retire sus fuerzas a las posiciones que mantenía antes del 1 de agosto.
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La Organización para la Liberación de Palestina reitera que está dispuesta a evacuar Beirut oeste "en cualquier momento"
Viene de la primera páginaUn mensaje enviado por el presidente norteamericano, Ronald Reagan, al primer ministro israelí, Menájem Beguin, subraya la "absoluta necesidad" de que Israel . restablezca" y mantenga el alto el fuego, según declaró ayer el portavoz del Departamento de Estado, Larry Speakes.
Esta nueva petición de Reagan coincide con la resolución aprobada en la madrugada del Jueves por el Consejo de Seguridad, en la que se abstuvo Estados Unidos. El Gobierno de Menájem Beguin comienza a inquietarse por las posibles repercusiones que en sus privilegiadas relaciones con Washington pueda tener su actitud en Líbano
El portavoz del Departamento de Estado declinó, sin embargo, precisar si la petición norteamericana implicaba una retirada israelí del aeropuerto internacional, una de las posibles vías de evacuación de la guerrilla palestina cercada en Beirut.
En el terreno militar, Beirut ha vivido en las últimas horas la calma que sigue a la tempestad. Tras los feroces bombardeos y combates del miércoles, sólo se han registrado esporádicos disparos de artillería.
Sobre la retirada palestina, un portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) reiteró en Beirut la decisión de la organización de evacuar la capital libanesa en cualquier momento. Pese a que el lugar de destino de los guerrilleros parece resuelto -Siria, Jordania, Egipto e Irak habrían aceptado recibir a parte de ellos- se mantienen serias divergencias sobre la forma de realizar la evacuación.
Mientras los palestinos quieren que su retirada sea simultánea a la llegada de la fuerza internacional de paz que debe interponerse entre israelíes y fedayines, Israel exige que los guerrilleros palestinos abandonen Beirut al menos cinco días antes.
"Israel quiere que salgamos humillados de Beirut, con los brazos en alto entre dos filas de sus soldados. No podemos aceptarlo" declaró ayer en Beirut un responsable palestino.
Beirut vive una inestable situación de alto el fuego de hecho, tras una noche y un día que han sido los más mortíferos que ha conocido la capital libanesa, ahora medio en ruinas. En esta atmósfera de destrucción dos altos dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) han manifestado que los guerrilleros "están dispuestos a abandonar Beirut oeste en cualquier momento"., aunque permanece como un problema irresoluble la cuestión de las condiciones.
Basam Abu Cherif, miembro de la dirección del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), convocó ayer una conferencia de prensa en la que aseguró que "la OLP está dispuesta a salir de Beirut oeste en cualquier momento". "La cuestión urgente que se nos presenta hoy día es la de saber si estamos o no dispuestos a marcharnos. Los israelíes dicen que no nos vamos a marchar. Por eso repito: sí, nos vamos", dijo.
Abu Iyad, miembro del comité central de Al Fatali. reafirmó estas manifestaciones: "La OLP es sin cera cuando dice que todos sus combatientes saldrán de Beirut oeste, no por miedo o por cobardía, sino pensando en el pueblo resistente libanés, que tanto está sufriendo".
La cuestión del destino parece concretada desde hace tiempo. Los fedayin irían a Siria, Jordania, Egipto e Irak, pero no se llega a ningún acuerdo sobre el calendario de llegada de la fuerza multinaciones de interposición que debería aislar a israelíes de palestinos, en la delicada. operación de abandonar Beirut. La OLP pide que hay,a simultaneidad entre la salida de los combatientes y la llegada de esta fuerza mientras los israelíes continúan exigiendo que los palestinos partan al menos cinco días antes de la llegada de las tropas multinacionales.
Estos son los términos en que está planteada la negociación y ayer no hubo ninguna nueva propuesta por parte palestina.
Mientras tanto y sobre el campo de batalla la situación era de tensa espera, con esporádicos tiroteos y tímidos bombardeos, que, no obstante, provocaron dos muertos y diecisiete heridos entre los sitiados, lo mismo que la destrucción de varios edificios. Ambos bandos detuvieron la acción militar a primera hora de la mañana.
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