La UCD de Cebreros secunda en bloque a Suárez en su nueva andadura política
"Los abajo firmantes, militantes de la Unión de Centro Democrátrico de Cebreros (Avila), nos damos de baja en el partido y nos vamos con Adolfo Suárez". Siguen alrededor de ochenta firmas, acompañadas del correspondiente número de carné del partido y del documento nacional de identidad. Toda la organización local de Cebreros se prepara para su salida en bloque de UCD. Todos, menos los ocho concejales, el alcalde y la diputada provincial, Pilar García, sobrina del ex presidente, que permanecerán en el partido "para asegurar la gobernabilidad del Ayuntamiento".Los cebrereños son agradecidos y nadie discute que el inventor de UCD echó más de un capote al pueblo durante su mandato.
La opinión no es unánime entre los vecinos y hay quien piensa que el duque no ha hecho todo lo que estaba a su alcance por su localidad natal. "Quizá habrá sido el temor a que le acusen de favoritismo", dice el propietario del restaurante Talín, y miembro del comité local de UCD hasta ayer mismo, Eladio García. "Pero lo cierto es que Suárez siempre ha mantenido abiertas las puertas de su despacho a sus paisanos. "Siendo yo concejal en el anterior régimen", continúa Eladio García, "fuimos en comitiva a ver a Adolfo, que entonces era director de TVE, para, conseguir que nos instalara un repetidor de UHF. No nos hizo ni caso. Pero no nos desanimamos y volvimos a visitarle cuando ocupaba la presidencia de Entursa, empresa del INU Las cosas rodaron mejor en esta segunda ocasión y, allí mismo, Adolfo llamó a su secretaria y le dictó dos cartas, una para el ministro y la otra para el director de Televisión. A los pocos meses teníamos repetidor".
En lo que Suárez nunca ha transigido ha sido en la cuestión de títulos y honores. "Tenemos preparado el expediente para nombrarle hijo predilecto del pueblo y para dedicarle una calle, pero siempre ha respondido que mientras estuviera en el poder no quería saber nada de homenajes", se lamenta el alcalde.
Las fuerzas vivas de Cebreros pasaron malos momentos cuando pareció que la estrella del duque se eclipsaba. Fueron meses difíciles, en los que el hilo directo fallaba, la comitiva errática se debatía en el desconcierto y los munícipes no tenían ese interlocutor imprescindible en Madrid que allanara las dificultades. Las fotografías de una revista reprodujeron la imagen de alguna cebrereña llorando y hasta hubo quien pensó que la edad de oro había tocado a su fin. Hicieron chistes sobre el duque y había forasteros osados que se acercaban al restaurante Talín pidiendo un suárez, un chuletón de Avila poco hecho. Pero Eladio García y sus colegas del comité local de UCD supieron esperar.
Nunca perdieron la confianza en Adolfo y siempre supieron que 'tarde o temprano volvería a brillar de nuevo".
Por fin, llegó el esperado momento de reemprender la escalada y los cebrereños, unidos como un solo hombre, vuelven a hacer piña en torno a su hijo predilecto. "Aquí todos somos suaristas", comenta Antonio Novas, secretario del comité local de UCD, "todos estamos de acuerdo en seguir a Adolfo en su nuevo partido, este CD...", duda Novas, que confiesa me hago un lío con tantas siglas". Tal vez por eso todos los prohombres del centrismo de Cebreros fuman Ducados militantemente, sin excepción, y ese aroma de tabaco recio, como el vino de la tierra, penetra en todos los rincones de los edificios oficiales del pueblo y en la sede de UCD, presidida por un retrato del duque.
No faltan, por supuesto, los cebrereños díscolos que se resisten a reconocer los méritos a su paisano, y hasta hubo quienes, "pocos afortunadamente", depositaron su confianza en el PSOE, que obtuvo dos de los once concejales del Ayuntamiento. "Para mí, el asunto está claro", asegura Eladio García, mientras repasa las cuentas de su bar-restaurante, "hay gente resentida que esperaba que sólo porque Adolfo llegara a la cima se iban a resolver todos sus problemas. Pero esto es imposible. Yo mismo, que soy amigo íntimo de Adolfo, tengo aquí a mi hijo", continúa, mientras señala a un joven que arrastra indolentemente la escoba por el comedor, "que lleva tres años con la carrera acabada y sin colocación, y no por eso voy a decir que Adolfo tiene la culpa".
El lunes, la comitiva se movilizó de nuevo y, tras consultar una vez más el plano de Madrid, viajó hasta la calle del Maestro Guerrero, donde CDS ha abierto su sede provisional. "Allí hablaron con Adolfo y le comentaron nuestras intenciones". La carta de dimisión está redactada y los ánimos están prestos para reanudar la marcha.
El manifiesto del partido lo tendrán un día de éstos y, después, todo será cosa de volver a las andadas. "Suárez es mucho Suárez y tiene cuerda para rato. El es de Cebreros y nosotros somos suaristas como podríamos ser felipistas si Felipe González fuera de aquí".
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