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La inversión de la banca extranjera en España descendió en 50.000 millones de pesetas en el mes de mayo

La inversion crediticia de la banca extranjera durante el mes de mayo pasado ha experimentado un descenso importante, cifrado en unos 50.000 millones de pesetas, lo que ha levantado bastantes suspicacias entre algunos de los grandes bancos nacionales que estiman que las instituciones extranjeras gozan de una serie de prebendas inusitadas sin apenas correr riesgos. Ventajas que se estarían concretando en estos momentos de crisis.

Segun fuentes financieras privadas, con la últimas actuaciones de la banca extranjera se pone en cuestión buena parte de las justificaciones que se dieron para autorizar su presencia en el sistema financiero español y que fueron ampliadas a lo largo del pasado año cuando, con motivo del auge de los créditos en pesetas a interés variable, la banca extranjera ganaba, mes a mes, cuota de mercado sobre el conjunto de la inversión bancaria total.Por su lado, fuentes cercanas a la banca extranjera señalan que, hasta abril y según las estadísticas oficiales, la inversión llevada a cabo por ellos, ha seguido creciendo de forma normal y que si las correspondientes al mes de mayo reflejan una inflexión importante, es Porque hay causas objetivas que les obligan a ello.

La banca extranjera obtiene la práctica totalidad de sus recursos en el mercado interbancario -tomando prestado dinero de bancos y cajas- para, posteriormente, prestarlo a su vez a sus clientes. Cuando el precio del dinero en el mercado interbancario se eleva, como está ocurriendo en las ultimas semanas, la banca extranjera deja de acudir a él en busca de fondos ya que son pocas las empresas que, a la vista de los precios que se les cobrará por los créditos, tratan de obtener financiación por esta vía.

El espejismo de los intereses variables

A lo largo de 1981 la puesta en práctica de operaciones de crédito a tipo de interés variable en función del precio del dinero en el mercado monetario de Madrid más un porcentaje fijo sobre el mismo, que viene a representar el beneficio que obtienen los bancos por cada una de las operaciones que realizan, pareció abrir un mar de posibilidades a la actuación de la banca extranjera en España. El mecanismo no era difícil, máxime si se tiene en cuenta que venían realizándolo en el euromercado desde hace bastante tiempo.Consiste en tomar prestado dinero y volverlo a transformar en un crédito. La base de expansión de la banca extranjera en España tenía que venir de esa mano toda vez que tienen limitada la capacidad de apertura de oficinas y de captación de pasivo por métodos tradicionales como cuentas corrientes o depósitos de clientes.

Las condiciones en los mercados internacionales de créditos favorecieron esta expansión ya que a muchas empresas españolas, y al sector público también, les resultaba menos costoso acudir a los créditos en pesetas, aunque fuera a tipos ligeramente superiores que los de los mercados exteriores ya que el tipo de cambio de la peseta les gravaba excesivamente el pago de intereses y amortizaciones de los créditos que contrayeran en el extranjero.

No se puede olvidar que el Instituto de Crédito Oficial ha tenido que utilizar parte de sus reservas y cargar mayores intereses a cada uno de los bancos oficiales para que el balance consolidado del Instituto correspondiente a 1981 no presentara pérdidas.

Con estas condiciones generales y debido a que el precio del dinero en el mercado interbancario no era especialmente elevado, la cuota de inversión de la banca extranjera creció de forma importante a lo largo de todo el pasado año, y llegó a situarse en el 9% del total de la inversión bancaria en España. La tendencia ha continuado a lo largo de los primeros meses de este año hasta que, el aumento del déficit del sector público y la apelación que la Administración ha hecho al Banco de España para financiarlo ha sido tan grande que la autoridad monetaria ha tenido que empezar a actuar para impedir que la cantidad de dinero en circulación creciera en tal forma que la inflacion volviera a colocarse en tasas insoportables para el conjunto de la economía.

La absorción de grandes cantidades de dinero, debido a la intervención del Banco de España, ha hecho que los tipos de interés en los mercados monetarios se eleven de manera sustancial y que en la actualidad estén por encima del 20%. En estas condiciones, y según fuentes bancarias nacionales, las grandes empresas, a la hora de renegociar sus préstamos a interés variable están volviéndose hacia sus banqueros tradicionales, pidiendo fondos a interés fijo para eliminar las otras operaciones que tienen.

Las quejas de los bancos

Estas nuevas peticiones de créditos por parte de las principales empresas del país, unidas a las recomendaciones que el Banco de España ha dado a cada uno de los grandes bancos a la hora de aportar los granos suficientes para impedir el desbordamiento de la cantidad de dinero puesta en circulación, son las quejas preferentes de estas instituciones que piensan que se les están cortando sus alas de forma discriminada en relación a los otros bancos.El nuevo coeficiente, como algunos de ellos llaman a la recomendación del banco emisor que establece la cantidad de certificados de regulación monetaria que sería deseable que suscribieran cada uno de los siete grandes, molesta más por estar destinado a ellos de forma exclusiva. No niegan que en este caso la remuneración del "nuevo coeficiente" -en torno al 16%- es bastante más elevada que lo ha sido tradicional pagar los activos que tienen que colocar en un destino fijo.

Por ese lado no plantean problemas, lo mismo que no lo hicieron hace algunos meses cuando el Gobierno decidió elevar la parte de fondos que tiene que destinarse a financiar exportaciones a largo plazo; en aquel momento se ponía como condición única el plazo mientras que el tipo de interés quedaba libre. En esta ocasión el precio que se ofrece es suficientemente alto.

Las quejas proceden de la discriminación de trato a que se ven sometidos los grandes frente al resto de la banca nacional y a las instituciones extranjeras. Las recomendaciones del Banco de España afectan solo a los siete grandes; los demás van a poder seguir haciendo más o menos lo que quieran y, en el caso de la banca extranjera, afirman fuentes nacionales, ello se concreta en reducir sustancialmente su inversión sin importarles demasiado.

La escasa infraestructura que tienen estas sucursales, -muy poco personal, contratación de determinados servicios con otros bancos-, les permite reducir su actividad sin que su cuenta de resultados arroje un saldo negativo. Por su lado, la banca extranjera mantiene que, en igualdad de condiciones, las empresas prefieren trabajar con ella ya que los bancos nacionales, si bien ofrecen unos tipos más reducidos, lo compensan con la exigencia de otras condiciones que hacen que "el paquete final" resulte más caro si la operación se hace con un banco nacional que con uno extranjero. La transparencia del negocio bancario parece estar en el fondo de esta discusión.

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