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Vecinos de Alcázar de San Juan y Manzanares declaran en el 'caso Almería'

Lo que ocurrió en la tarde del 8 de mayo de 1981 en Alcázar de San Juan y Manzanares (Ciudad Real), antes de la tragedia ocurrida en la madrugada del día 10 siguiente, a varios centenares de kilómetros de estos lugares, en el punto kilométrico 8,400 de la carretera del pueblo almeriense de Gérgal, fue objeto ayer de las declaraciones prestadas por varios vecinos de estas localidades manchegas ante el tribunal que juzga el caso Almería.

Dos taxistas y un empleado de la estación de ferrocarril de Alcázar de San Juan afirman que la tarde del día 8 de mayo tres jóvenes preguntaron cuánto valía alquilar un coche hasta Manzanares y que inmediatamente entraron en la estación de ferrocarril y sacaron tres billetes para esta última localidad, en la que, según habían sido informados, había una agencia de coches de alquiler.Al día siguiente, al ver uno de los testigos en el diario EL PAIS las fotografías de los etarras Mazusta y Bereciartúa, a los que el Mando Unificado para la Lucha Antiterrorista atribuía el reciente atentado contra el teniente general Valenzuela en Madrid, creyó que éstos podían ser dos de los individuos vistos el día anterior y denunció el asunto.

Ayer uno de estos testigos mantuvo ante el tribunal que "creyó reconocerlos"; otro testigo afirmó que "sigo dudando ahora si eran o no eran", y el tercero manifestó que al enseñársele las fotografías de EL PAIS exclamó: "Este chico estuvo aquí ayer tarde", refiriéndose al que compró los billetes. Los testigos coincidieron, con más o menos firmeza, en que ninguno llevaba barba ni bigote (Luis Cobo, una de las víctimas, llevaba barba).

Los testigos de Manzanares, entre ellos la dueña de la agencia de coches donde las tres jóvenes víctimas alquilaron en la tarde del (lía 8 de mayo el Ford Fiesta con el que viajarían hasta Almería, reconocieron las fotografías de estos tres jóvenes como correspondientes a las personas que alquilaron el Ford Fiesta.

Sin embargo, estos testigos no identificaron a los tres jóvenes en las fotografías de los etarras Mazusta y Bereciartúa que les presentó el mismo día 9 de mayo de 1981 la Guardia Civil. Los testigos de Manzanares, al contrario de los de Alcázar de San Juan, afirman que uno de los tres jóvenes, concretamente Luis Cobo, que fue el que firmó el contrato de alquiler del Ford Fiesta, tenía barba. La dueña de la agencia de coches de Manzanares, Luisa Galiano, fue terminante en este plinto al declarar ayer ante el tribunal, después de habérsele mostrado las fotografías de las víctimas que constan en el sumario: "Sí, reconozco a los tres jóvenes, sobre todo a Luis Cobo, que firmó el contrato".

Lo que sucedió en esta zona manchega en la tarde del día 8 de mayo de 1981 sigue siendo en estas fechas un misterio, que no se va a aclarar, porque no es su cometido, en el juicio sobre el caso Almería.

El desvelar este misterio hubiera sido una importante tarea de investigación policial, aunque su incidencia, cualquiera que hubiese sido su resultado, habría sido mínima en relación con los hechos que se juzgan.

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