Misterio en torno a la muerte del presidente dominicano
La muerte del presidente dominicano, Antonio Guzmán, quien presuntamente se suicidó, se ha convertido en un misterio y nadie encuentra una explicación lógica del caso.Guzmán falleció en la madrugada del pasado lunes, en un hospital de la capital, donde fue internado a causa de un disparo que, aparentemente, se hizo él mismo en la cara. Oficialmente, se comunicó que el disparo fue "accidental", lo que no explica qué pudiera hacer el presidente con una pistola cuando se encontraba sólo en el lavabo contiguo a su despacho.
Su yerno, y ministro de la presidencia, José María Hernández, fue el último en conversar con Guzmán. Aquél le esperaba en el despacho mientras el presidente había entrado en el lavabo. Poco después se escuchó la detonación.
El hecho de que se trate de un suicidio ha sorprendido a la generalidad del país, dado el carácter afable de Guzmán, quien, a pesar de las dificultades por las que atravesó su mandato durante cuatro años, se mantuvo firme en su puesto. Igualmente resulta inexplicable que haya elegido este momento y su despacho para quitarse la vida.
La pregunta de si el disparo se produjo de, forma accidental o fue premeditado quedará oficialmente despejada al concluir la investigación que sobre el asunto ha iniciado el fiscal general, Bienvenido Mejía, y las precisiones que dé Hernández sobre los últimos momentos de la vida del presidente fallecido. Algunas personas allegadas a Guzmán confesaron que el ex presidente sufría graves depresiones en las últimas semanas.
A falta de explicación lógica, la Prensa trata de reconstruir la última jornada de Guzmán, reparando en un aspecto cuando menos sospechoso: el presidente regresó durante el fin de semana al palacio presidencial. No se recuerda que con anterioridad interrumpiese un fin de semana para trabajar. Su cádaver, expuesto, recibe el tributo de la población en el Ayuntamiento de Santiago.
