Claude Cheysson valora positivamente el viaje de Mitterrand a España

El ministro galo de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, ha calificado como "notablemente fructífera" la visita realizada a España por el presidente de la República francesa, François Mitterrand, declaración que constituye la primera valoración oficial sobre dicho tema por el vecino país, informa . Por otro lado, elogió el discurso del Monarca español ante Mitterrand, en el momento del brindis en la cena de gala celebrada en el palacio de Oriente, cuya "valentía y honradez" convirtió dicha visita en "políticamente fundamental para los dos países".El máximo responsable de la diplomacia francesa negó que su país hubiese interpuesto veto alguno a la entrada de España en, la CEE, en la reunión del pasado lunes del Consejo Europeo en Bruselas. Asimismo dijo que los españoles conceden mucha importancia a la presencia de terroristas en territorio galo, mientras que los franceses opinan que ésta es menos importante. Francia, declaró, trata este "problema de los terroristas vascos de forma concreta, práctica, y se puede mejorar lo que ya se hizo, que no es desdeñable". Lo único que hay que hacer, a su juicio, es "mejorar sin cesar esta coordinación de policías".

Adujo como prueba de la voluntad negociadora gala, la visita que realizará a París, el 14 o 15 de este mes, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, al que acompañarán el secretario de Estado para las Comunidades, Raimundo Bassols, y el ministro de Agricultura, José Luis Alvarez, que se entrevistarán con sus homólogos franceses.

En opinión de Cheysson, las dificultades franco-españolas respecto al tema comunitario se plantean fuera de la negociación en sí y se refieren a la agricultura y a la comercialización de los productos agrícolas, lo que a su juicio se pone de relieve por los asaltos a los camiones españoles. Sobre este aspecto, declaró que "la reacción de quemar sus camiones porque los españoles venden mejor que nosotros es de un notable primitivísmo". Mayor dificultad le atribuye al período de transición que deberá aplicarse a España, antes de que se permita la libre circulación de trabajadores emigrantes. El mandatario de la diplomacia gala precisó que hay 500.000 españoles en su país, de los que 250.000 son trabajadores, tope que por ahora los franceses, a su juicio, no desean superar.