El Pleno del congreso rechaza por 29 votos la candidatura de Joaquín Ruiz Gimenez

Joaquín Ruiz-Giménez no resultó ayer elegido Defensor del Pueblo por el Pleno del Congreso de los Diputados, al no alcanzar las tres quintas partes de los votos afirmativos de la Cámara. Ruiz-Giménez, candidato único propuesto por el PSOE, obtuvo 179 votos favorables, cinco en contra, 102 en blanco (la abstención preconizada por UCD y Coalición Democrática) y tres nulos. Para la votación no se utilizó el procedimiento electrónico habitad, sino que se hizo mediante la fórmula excepcional de papeleta, para garantizar su carácter secreto. La decisión de la dirección del Grupo Parlamentario Centrista de no dejar libertad de voto a sus diputados ha sido la causa determinante de este resultado negativo. Al candidato le faltaron veintinueve votos para resultar elegido lo que, indica que, aunque haya podido existir alguna fuga de votos en la izquierda, o los grupos cristiano y suarista de UCD no son tan numerosos como se les supone o la mayor parte de sus miembros se han plegado a las exigencias de Calvo Sotelo y de los azules.

El resultado, que fue recibido con un intenso y prolongado pateo por parte de los bancos de la izquierda, arroja cifras confusas: en pura lógica matemática, no más de catorce diputados de UCD se fugaron hacia la izquierda y, sin embargo, resultaba ayer difícil de creer en los pasillos del Congreso que suaristas y democristianos, partidarios de Ruiz-Giménez, sólo lograran reunir tan exigua cifra. No faltaron rumores e interesadas manifestaciones, procedentes en su mayoría de UCD y del PCE, que apuntaban hacia otra posible fuga de votos del PSOE hacia la abstención y que, en consecuencia, los diputados centristas que votaron por el candidato fueran bastantes más que los citados catorce.El Grupo Parlamentario Socialista suma un total de 117 diputados; el PCE, veintiuno; el grupo do Fernández Ordóñez, Acción Democrática, diez; la Minoría Catalana, ocho; el PNV, siete; otros tantos del PSA; ocho alcanzaban los diputados del Grupo Mixto que votaron a favor de Ruiz-Giménez: Juan María Bandrés, Ramón Tamames, Pilar Brabo, Andrés Fernández, Pi i Suñer, Modesto Fraile, Carlos Gila y Sagaseta. A estas cantidades hay que añadir el voto favorable, según dijo él mismo ayer a los periodistas, del diputado de Coalición Democrática Antonio de Senillosa, por lo que arroja un total de 179 votos, que son los que, si no se hubieran producido ausencias en ninguno de estos grupos, hubiera recibido Joaquín Ruiz-Giménez. Sin embargo, estos grupos registraron en conjunto dieciocho ausencias, de lo que se deduce que pudieron votar realmente a Ruiz-Giménez 161.

Posibles fugas

Si se tiene en cuenta que el candidato obtuvo 179 votos, quedan dieciocho votos, que corresponderían a aquellos diputados de UCD que habían solicitado permiso para votar en conciencia -se entiende a favor de Ruiz-Giménez y a aquellos otros que, sin solicitar dicho permiso, habían anunciado que igualmente su voto sería favorable al candidato. En pura lógica, segun esta hipótesis, derivada del carácter secreto de la votación, quienes habían anunciado su voto favorable a Ruiz-Giménez, suaristas y democristianos, tan sólo arrastraron tras de sí a catorce diputados, ya que a los anteriores dieciocho hay que restar cuatro miembros de la Mesa que votaron junto con la izquierda. La posibilidad de fuga de votos del PSOE fue calificada por el diputado socialista Ciriaco de Vicente como una calumnia y una infamia. En cuanto el nuevo vicepresidente primero de la Cámara, Emilio Attard, leyó los resultados de la votación, comunistas y socialistas se unieron en un intenso y prolongado pateo que finalizó con un enérgico "silencio, por favor" de Landelino Lavilla.

Inmediatamente después, el diputado socialista Luis Yáñez gritó: "Esto es una vergüenza".

En la misma puerta del hemiciclo, el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez manifestó a los periodistas que había solicitado permiso y le había, sido concedido para votar en conciencia. "Mi voto", dijo, "ha sido favorable a Ruiz-Giménez,", al tiempo que añadía, no sin cierta ironía, que la votación no podía reflejar la división interna de UCD, "porque UCD es imposible que se divida más de lo que ya está". Agustín Rodríguez Sahagún, por su parte, señalaba que era una auténtica lástima el resultado de la votación, "porque Ruiz-Giménez hubiera sido un gran Defensor del Pueblo". Todo el bloque suarista dice haber votado a favor del candidato y, entre las ausencias, que se citan nominalmente en otro lugar de esta misma página, no se contabilizan más de cinco diputados supuestamente adscritos a este sector centrista. En medios políticos se estiman en unos treinta los diputados suaristas.

El sector democristiano votó asimismo favorablemente a Ruiz-Giménez, si bien ninguno de sus más destacados líderes -Iñigo Cavero, Fernando Alvarez de Miranda, Oscar Alzaga o Javier Rupérez- quiso pronunciarse abiertamente sobre el tema. A condición de no citar su nombre, algunos líderes de este sector centrista confirmaron que habían votado en bloque en favor del candidato al que muchos de ellos han estado vinculados políticamente.

El democristiano Javier Rupérez y el suarista Rafael Arias Salgado, ministro de Administración Territorial y yerno del candidato, habían solicitado previamente al presidente del Grupo Parlamentario Centrista permiso para votar en conciencia, que les fue concedido. Rupérez alegó motivos de coherencia y gratitud y descartó cualquier relación entre su voto y la mediación de Ruiz-Giménez ante ETA para su liberación.