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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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Los turcos

Madrid es una ciudad tomada por los turcos, lo cual explica que esta columna vuelva a llenarse de turcos por dos veces en una semana, si bien no se trata del mismo tema que el otro día, aunque lo parezca, se lo prometo. Hoy vamos a ser mucho más audaces. Más por su dinero, lector, como me dicen en el hiper/pryca.Se trata de unos turcos psicoló gicos, claro, que vienen funcionan do en Madrid desde un mes de febrero, a 23 si mal no recuerdo, cuando el Parlamento se llenó de turcos. Los turcos han sido juzgados y todo, y han tenido hasta un cronista que ni siquiera se mere cen, Martín Prieto, entre otros pero como son sólo psicológicos: como mis faringitis (para las señoras de los cócteles), pues siguen ahí. Nuestros psicoturcos son nuestro desierto de los tártaros, y desde que leí a Dino Buzzatti y no le dimos al genial Máximo el premio González Ruano, ya no podemos pasarnos sin los turcos. Aquí habíamos usado siempre la cama turca y las alfombras turcas, en artística competitividad arabesca con las persas, pero ahora nos parece que toda turca es un turco embozado de cama, y que debajo de toda alfombra persa hay un turco. No digamos las turquesas, que siempre han sido joya que el golpista le regalaba a la golpista (aparte otros honrados clientes, claro). Lo cual que esta mañana bajo a coger el autobús, como de costumbre, y me dicen en la cola:

-Los primeros puestos los han ocupado los turcos. Así se nos pasan los autobuses y no montamos.

Recuerdo aquellos tiempos en que algunos asientos del autobús y el tren se reservaban para turcos y caballeros mutilados. Una estudiante redicha y con gafas, seguramente feminista, me dice en la cola:

-También hay la posibilidad de que el próximo autobús venga lleno de turcos.

-¿Turcos?

-O que en vez de un autobús sea un tanque de la autoridad.

-Turca, por supuesto, me tranquilizo a mí mismo.

Las estudiantes redichas, miopes y feministas son ligue fijo, legal, pero, con esto de los turcos, tiene uno el corazón menopáusico. Viene a verme a casa Alfredo Domínguez, ese que tanto se anuncia en este matutino con eso de "la arruga es bella". Me explica cómo se lo monta él en plan diseño y luego, como viene de provincias, me pregunta por la situación:

-Bueno, estamos tomados por los turcos.

-¿Los turcos?

-Psicológicamente, me refiero. No se puede hacer nada: ni quitar a Robles, ni reformar la Universidad, ni darle la razón a Bustelo, ni aclarar lo de Almería, ni traer fijo a los Rolling, ni nada por la psicosis turca. Bueno, pero, como tú has dicho muy bien, "la arruga es bella", y los turcos van muy arrugados, con esas bragazas.

No sé si le estoy dando a mi visitante una idea un poco folklórica de los turcos, pero le estoy dando una idea folklórica de mí mismo. Parece que los turcos son sólo nuestros tártaros, pero son nuestros extraterrestres, como lo fueron ya en el XVII. Los turcos han reivindicado las Falkland, y sólo una anglicana como Thatcher, cuyo más allá se limita a Buckingham, ha podido rechazarles, cor el efecto ventajoso y añadido de que los latinoturcos ches ya están negociando con los partidos democráticos en Baires.

Areces/Durán/Vallejo Nágera/El Corte Inglés presentan el naïf español. El miedo nos hace niños y los turcos nos hacen naïfs. A ver si eso, por ingenuo, no les molesta. Sólo Carrillo, Suárez y Felipe parecen curados de la neura turca. Son unos naïfs.

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