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RELIGIÓN

Fernando Sebastián, obispo de León, secretario de la Conferencia Episcopal

Fernando Sebastián, el actual obispo de León, nacido en Calatayud (Zaragoza) el 14 de diciembre de 1929, fue elegido en la tarde de ayer secretario general del episcopado español, cargo en el que sucede a Jesús Iribarren, editorialista del diario Ya. El nuevo secretario había sido rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, miembro fundador de la revista Iglesia Viva y autor de numerosos libros de teología.

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El actual obispo de León, claretiano, está considerado como hombre próximo al cardenal Tarancón y suena como uno de los posibles sucesores del actual titular de la archidiócesis de Madrid. La mayoría más liberal de los obispos españoles ha vuelto a imponerse ahora, como ya ocurriera en la elección de Gabino Díaz Merchán para la presidencia de la Conferencia Episcopal. La designación es para cinco años y, aunque el cargo es compatible con el gobierno de la sede de León, Fernando Sebastián pidió a los obispos que desistieran de su nombramiento, por preferir el trabajo en su diócesis.Las funciones del secretario general consisten en coordinar las actividades de los distintos organismos internos de la Iglesia, así como servir de puente entre la Iglesia y entidades estatales y civiles. En el retrato-robot que los obispos habían diseñado para el cargo en cuestión se pedía un hombre con lucidez para captar la situación de la Iglesia y de la sociedad; virtuoso, equilibrado, aceptado por los diversos grupos eclesiales, humanista y cordial; racionalizador del trabajo y amigo de sus colaboradores, enlace con la Administración pública para las cuestiones mixtas y con las autonomías, relaciones públicas con las instituciones sociales. Dos nombres sonaban, además del elegido: José Manuel Estepa y el gallego Rouco.

El arzobispo de Valladolid, José Delicado Baeza, informó al pleno de los obispos de los trabajos relativos a la acción pastoral para el próximo trienio. El marco del plan lo da el hecho de que España, país sociológicamente católico, necesita una personalización de la fe. En ese sentido deben ir encaminados los esfuerzos pastorales, mediante un plan de formación permanente en la fe del creyente. A la pregunta de si ese planteamiento no quedaba reducido a los que ya están dentro, olvidándose de muchos cristianos españoles que se encuentran en zonas fronterizas, respondió Delicado Baeza que "una Iglesia que se encierre en sí misma, no es Iglesia".

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