Importante avance de las negociaciones Portugal-CEE
Las negociaciones entre la Comunidad Económica Europea (CEE) y Portugal experimentaron ayer un nuevo e importante avance, que contrasta con el paso atrás sufrido por la negociación española veinticuatro horas antes. La CEE concedió a Portugal un período transitorio de tres años para implantar el Impuesto sobre Valor Añadido (IVA) -período que ha negado a España-, así como siete años de transición antes de abrir completamente las fronteras a los productos industriales de los diez (a España se le ofrecen sólo tres). Aunque sigue sin existir un acuerdo a propósito del capítulo más importante para la adhesión de Portugal, el textil, la sesión ministerial celebrada en Luxemburgo hasta altas horas de la madrugada de ayer puede calificarse de éxito, según los observadores comunitarios.El ministro de Industria portugués, Joao Salgueiro, se declaró contento del resultado de la reunión y explicó que si se resuelven algunos detalles técnicos que han quedado pendientes en la próxima sesión de negociación, a celebrar antes de las vacaciones de verano, podrán cerrarse cinco capítulos: CECA, unión aduanera y libre circulación de mercancías en el sector industrial, relaciones exteriores, fiscalidad y derecho de establecimiento.
Relaciones España-Portugal
Fuentes portuguesas valoraron positivamente el acuerdo al que se ha llegado para la unión aduanera porque los siete años que se conceden a Lisboa como período transitorio son también aplicables a la aplicación de la tarifa aduanera común, es decir, relaciones con terceros países. Más importante aún, los negociadores portugueses han arrancado a la CEE el compromiso de que este período no compromete el que se aplicará a la agricultura, es decir, que las fronteras de los diez podrán abrirse antes a los productos agrícolas de Portugal. La CEE acepta también que este período transiorio de siete años puede ser modificado en cuanto se refiere a las relaciones España-Portugal, una vez que los dos países sean miembros del Mercado Común europeo. Portugal teme que la apertura de sus fronteras con España aumente aún más su déficit comercial.
El camino para la adhesión de Portugal a la CEE ha quedado libre de muchos obstáculos, aunque aún existen dos importantes: el textil y el derecho de establecimiento de bancos extranjeros. Las exportaciones textiles de Portugal constituyen una de sus fuentes principales de divisas por lo que Lisboa se opone tajantemente a aceptar una cláusula de salvaguardia según la cual podría sufrir restricciones a la exportación.
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