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Margaret Thatcher se opone a negociar con España la soberanía de Gibraltar

La primera ministra británica, Margaret Thatcher ha declarado que no está dispuesta a entrar en conversaciones con España sobre la soberanía de Gibraltar, en una entrevista concedida el pasado lunes a la televisión escandinava. Según nuestro corresponsal en Londres, Andrés Ortega, -que coincide con versiones periodísticas procedentes de Oslo Thatcher dijo que las negociaciones podían versar sobre cualquier tema, excepto el de la soberanía. Mencionó el "derecho a la autodeterminación" y el respeto a los deseos del pueblo como base de la democracia, y contempló la posibilidad de que Gibraltar llegara a ser independiente, si España y los habitantes del Peñón estuvieran de acuerdo.

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Es la primera vez que el Gobierno británico expresa públicamente esta postura. Ante la importancia de la declaración, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, llamó ayer al embajador británico en Madrid, quien al parecer explicó que las manifestaciones de la primera ministra "no habían sido bien citadas" y que el sentido de las mismas era que su país no puede aceptar "condiciones previas" para las negociaciones.En su encuentro con los periodistas de la televisión escandinava, Thatcher indicó que se encontraba "entristecida" por el hecho de que la verja fronteriza de Gibraltar siguiera cerrada. "Esperábamos que esta vez pudiera ser abierta y que pudiéramos entrar en conversaciones, pero por supuesto no sobre la soberanía, porque el hecho es que todas nuestras creencias y todo el fundamento de la democracia son que el pueblo es el que cuenta y el que tendrá derecho a elegir su propio futuro. Este ha sido siempre nuestro punto de vista. Nuestra labor como potencia colonial es intentar que se cumpla lo que el pueblo quiere, tratar de guiarlo e intentar que se realicen sus deseos".

La independencia del Peñón fue uno de los temas abordados por Thatcher en la entrevista. Admitió que, dado el tratado de Utrecht, la independencia podría no ser una opción, "a no ser que por supuesto España accediera a ella y el pueblo lo quisiera". Preguntada por la viabilidad económica de Gibraltar como unidad independiente, dado su tamaño, Thatcher comentó que "tenemos países independientes en el Commonwealth británico mucho más pequeños que Gibraltar. Países que tienen una población más reducida han llegado a la independencia".

Conocidas estas declaraciones, el embajador británico en Madrid, Richard Parsons, fue convocado ayer tarde al palacio de Santa Cruz para aclarar las polémicas referencias hechas por la mandataria británica. Según la versión del embajador, las palabras de la primera ministra habrían sido mal citadas, en lo referente a su disposición a negociar con España sobre cualquier tema "excepto la soberanía del Peñón".

El embajador, a la espera del texto exacto de las declaraciones de la primera ministra, reafirmó a Pérez-Llorca la posición británica de estar dispuestos a cumplir los acuerdos de Lisboa, reiterados en la declaración de Londres del pasado 8 de enero. Según el embajador, Thatcher habría dicho que, en la práctica, el Reino Unido no podía entrar en conversaciones con "condiciones previas" sobre el tema de Gibraltar.

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Un portavoz de la embajada británica en Madrid, por su parte, comentó a EL PAIS que la entrevista donde Thatcher hizo las declaraciones, había sido pedida por un grupo de periodistas escandinavos para hablar ole las Falkland (Malvinas) y que uno de ellos preguntó inesperadamente sobre Gibraltar, tema sobre el que en aquellos momentos "no estaba preparada".

Esta información coincide con lo que en algunos medios españoles se interpreta como una postura precipitada de Thatcher, que ayer trataba de arreglar el Foreign. Office, señalando que sus palabras habrían sido mal citadas.

Precisamente el ministro británico de Exteriores, Francis Pym, reafirmó ayer en la Cámara de los Comunes que el estatuto de Gibraltar no sería modificado sin el visto bueno de los habitantes del Peñón. Pero, señaló, "estoy de acuerdo con el ministro español de Asuntos Exteriores en que estamos ambos decididos a mantener el proceso del acuerdo de Lisboa".

La debilidad del Gobierno Calvo Sotelo explica el retraso de las negociaciones sobre Gibraltar, según la Prensa británica

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Preguntado por un diputado sobre las consecuencias del aplazamiento de la apertura de la frontera de Gibraltar, Francis Pym aseguró que "el ministro (español) de Asuntos Exteriores se da perfectamente cuenta de que si quiere que su país ingrese en la Comunidad Europea sería inconcebible este paso con la frontera aún cerrada" pero añadió que "confío en que en el momento adecuado la frontera será abierta". El Gobierno estaba completamente dispuesto a ir adelante con las negociaciones de Sintra y la apertura de la verja, "y siento mucho este nuevo aplazamiento", dijo Pym.

Pero, indudablemente, el Foreign Office no estaba muy contento con las palabras de Thatcher sobre la negativa a negociar sobre la soberanía. Esta postura no ha sido nunca públicamente afirmada por el Foreing Office desde el acuerdo de Lisboa de abril de 1980. Es una nueva muestra de lo caldeados que están los ánimos del Gobierno británico tras la guerra de las Malvinas y de quién lleva en estos momentos la política exterior británica: no es Pym, sino la primera ministra.

Por otra parte, el aplazamiento de las negociaciones sobre Gibraltar ha sido acogido positivamente por una gran parte de la Prensa británica, que lamenta, sin embargo, el retraso en la apertura de la verja del Peñón. Los editoriales de ayer apuntaban en conjunto al mal ambiente creado por la guerra de las Malvinas y a la debilidad del Gobierno de Calvo Sotelo. El diario The Financial Times opinaba que en el actual clima era sumamente dudoso que las negociaciones condujeran a algún progreso significativo. Para el citado periódico, existen varias soluciones. Una vez que se abra la verja, los gibraltareños pueden cambiar de actitud. "Una presencia española en la Roca como parte del sistema OTAN puede convencer a Madrid de que media barra de pan es mejor que nada". The Financial Times apuntaba también a las ventajas de un sistema autonómico, pero añadía: "Ninguna de estas posibilidades puede ser cumplida rápidamente. No se pueden cumplir mientras el Gobierno democrático en España sea débil".

Una colonia en Europa

Este diario hablaba también del anacronismo en la Europa de hoy del estatuto colonial de Gibraltar. "Ningún interés vital británico está en juego". Lo que está en juego es un interés de la Alianza Atlántica y de la unidad occidental.

España, con el aplazamiento de las negociaciones, le ha hecho un favor al Foreign Office, en opinión de The Guardian (independiente), ya que, por razones de política interna, éste tendría que haber hecho frente a otro levantamiento parlamentario sobre el tema de la autodeterminación. "Esto no son nuevamente las Falkland", decía el editorialista, recordando que ahora España y el Reino Unido son aliados en la OTAN y lo serán en 1984 en la Comunidad Europea. Para The Guardian, el titular del Foreign Office, Francis Pym, "tendrá que ordenar sus principios. La OTAN cambia el contexto. La CEE lo cambiará aún más... Sería una locura invertir la verdadera lección de las Falkland y negarse a buscar una respuesta" al problema de Gibraltar.El conservador The Dady Telegraph recalcaba el contexto de las Malvinas y la debilidad del Gobierno español. Como las Malvinas ha calentado el tema de Gibraltar, -dos casos, de hecho, muy diferentes, como decía el propio periódico- el aplazamiento de las negociaciones es sensato". The Daily Telegraph opinaba que no habrá cambios sobre la soberanía del Peñón en un futuro previsible.

El marco de la CEE

The Times rechaza la idea de que Pym tenga que hablar de soberanía a cambio de la apertura de la verja. Lo que tiene que hacer Pym, según The Times, es acelerar la entrada de España en la Comunidad, esperando que el Gobierno español tenga un buen gesto y abra la verja antes. The Times recalcaba lo absurdo de la frontera cerrada, ilustrado por el contraste entre "el modo relajado y filosófico en que los ministros de Asuntos Exteriores español y británico pueden acordar en Luxemburgo mantenerla cerrada y el claro desengaño que esta noticia causa. a ambos lados de la propia frontera".

No han faltado, sin embargo, clamores entre la Prensa popular británica. Así, The Daily Mail titulaba su información sin comentarios: "España rompe la promesa sobre Gibraltar". Resulta curioso que la palabra colonia vuelve a ser aceptable en el Reino Unido. Con ella abrió la televisión inglesa su información sobre Gibraltar.

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