Tímidas presiones de Washington para que los israelíes cesen en su avance

El Gobierno norteamericano, en lo que constituye una tímida forma de presionar a Israel para que no lleve hasta sus últimas consecuencias el ataque contra las fuerzas palestinas que están acorraladas en la ciudad de Beirut, ha dejado de dar por segura la entrevista Reagan-Beguin, que en un principio estaba prevista para el próximo lunes en la Casa Blanca.El ejecutivo y el legislativo norteamericanos, que estiman que la invasión israelí de Líbano ha sido ya un éxito suficiente, adoptaron ayer una serie de medidas que esperan sean adecuadamente interpretadas por las autoridades de Tel Aviv, y sirvan para el cese definitivo de las hostilidades.

Además de insinuar la posibilidad de que no haya encuentro Reagan-Beguin, la Administración aplazó la notificación formal al Congreso de la propuesta de venta a Israel de 75 aviones caza-bombarderos F-16, por 2.500 millones de dólares, y expresó su apoyo a la renovacion provisional del mandato de la fuerza de paz de las Naciones Unidas en territorio libanés.

Funcionarios del Departamento de Estado y la Casa Blanca, que hasta ahora estaban eufóricos por la forma en que se han desarrollado los acontecimientos en la última crisis de Oriente Medio y por el golpe sufrido por la OLP y Siria (aliado de la Unión Soviética), han expresado su preocupación por la innecesaria prolongación del conflicto y por el posible intento del Ejército israelí de capturar o eliminar a las fuerzas palestinas que quedan en la capital, Beirut.

Israel pretende que Estados Unidos contribuya a la formación de una fuerza de paz internacional que sustituya a la de las Naciones Unidas, cuyo mandato está a punto de expirar, en el sur de Líbano.

Un grupo de 38 congresistas, encabezados por el líder demócrata Robert Byrd, han elaborado un documento en el que piden la total retirada de las fuerzas sirias e israelíes de Líbano y la "disminución de la presencia de la OLP en el país", así como la consolidación de un Gobierno central.

Fuentes oficiales de la Casa Blanca, preocupadas por el acorralamiento de los palestinos en Beirut, han dicho que, a pesar del silencio oficial, Estados Unidos está ejerciendo presiones sobre Israel para que cese las hostilidades.