Huelga de hambre de los vecinos de Marinaleda en protesta por la escasez de agua
Los vecinos de la localidad sevillana de Marinaleda iniciaron ayer, a partir de las 15.00 horas, una huelga de hambre de dos días de duración en demanda de soluciones al grave problema de falta de agua que vienen padeciendo. Tanto Marinaleda como Herrera y El Rubio disponen actualmente tres o cuatro horas diarias de suministro. El alcalde de esta última población advertía ayer sobre el riesgo de que se produzcan enfermedades entre sus habitantes, ya que están utilizando pozos que se encuentran cerrados hace varios años y carecen de garantías higiénicas.
Los habitantes de Marinaleda llevaban ya veintitres días realizando una huelga de luz, consistente en un apagón generalizado y voluntario a partir de las ocho de la noche, en tanto que el alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo, y varios concejales permanecían encerrados en la sede de la Diputación. El gobernador civil de la provincia se negó a ordenar su desalojo por las fuerzas de orden público, por estimar que el presidente de la corporación provincial no había cumplimentado determinados requisitos en su petición de auxilio.El origen del problema del agua en Marinaleda, que cuenta con una corporación municipal controlada por la izquierda extraparlamentaria, El Rubio y Herrera, ha sido la negativa del Ayuntamiento de Gilena a cumplir un acuerdo firmado hace meses para suministrarles parte del caudal de un pozo existente en su término municipal. La postura de los munícipes de Gilena se vio reforzada por una sentencia del Tribunal Supremo que otorgaba a los agricultores de esta población el aprovechamiento total de las aguas de dicho pozo.
Tras cerrarse esta posibilidad, la Diputación pretendió iniciar las obras para la apertura de otro pozo en el término de Pedrera, a lo que se opuso igualmente el ayuntamiento de esta localidad. El alcalde y los concejales de Pedrera indicaron a los periodistas que estaban dispuestos a facilitar cubas de agua para el abastecimiento de los pueblos vecinos, pero no a permitir que se abriese un nuevo pozo.
Finalmente, se ha abierto paso una solución a medio plazo, ya sugerida días atrás por el alcalde de Marinaleda: la incorporación de los tres pueblos con problemas de agua al consorcio de Ecija, mediante la construcción de un ramal de diez kilómetros y surtiéndose de agua procedente del pantano del Retortillo. Los alcaldes interesados se reunirán hoy en la Diputación para estudiar la forma de llevar a cabo esta salida.
No obstante, queda por resolver el tema de cómo va a garantizarse el suministro a los pueblos afectados en las próximas semanas, ya que la solución de Ecija tardaría muchos meses en estar dispuesta. Manuel del Valle anunció ayer que la posibilidad de usar un pozo de la Diputación sobre el que tiene puesto un recurso el duque del Infantado se ha frustrado, al negarse a ella los representantes de este propietario agrícola. El presidente de la Diputación señaló que esta negativa del duque se debía a la actitud del alcalde de Marinaleda, aunque no concretó el sentido exacto de esta acusación.
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