La ausencia de 29 diputados de izquierda impidió asegurar que esta semana se vote contra Robles Piquer

Como un jarro de agua fría cayó ayer tarde sobre la parte izquierda del hemiciclo el resultado de la votación del Pleno del Congreso que rechazó la alteración del orden del día de la sesión, solicitada por socialistas y comunistas para asegurar que sus respectivas mociones pidiendo al Gobierno el cese de Carlos Robles Piquer como director general de RTVE se debatirían en el Pleno de esta semana. Votaron a favor 134 diputados y en contra 150. No hubo abstenciones. La explicación de los sucedido estaba en los propios escaños de la izquierda, en los que se registraron 29 ausencias: 23 socialistas, entre ellas la de Felipe González, al parecer escayolado a consecuencia de un accidente, y seis comunistas.

Las mociones comunista y socialista por las que se propone a la Cámara que solicite del Gobierno el cese del director general del ente público RTVE figuran finalmente como último punto del orden del día del Pleno del Congreso iniciado ayer. Antes de ambas proposiciones no de ley figuran otras dos, presentadas por la Minoría Catalana, sobre "homogeneización de cuotas para teléfonos rurales extrarradios con las cuotas de núcleos urbanos" y del Grupo Centrista "sobre concesión de autonomía para el Puerto de Algeciras, La Línea y Tarifa".El apartado relativo a proposiciones no de ley, según las previsiones que han establecido la Mesa y la Junta de Portavoces, comenzaría a considerarse a partir de las 19,30 horas de mañana, jueves, por lo que es muy posible que no haya tiempo de discutir las dos últimas proposiciones no de ley, que son las que propone al Gobierno que cese a Robles Piquer. El debate de estas mociones quedaría pospuesto, en principio, para la semana siguiente.

Entrevista de Calvo Sotelo con Alfonso Guerra

La clave del desenlace de la votación de ayer tarde podría hallarse en la entrevista que el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo.celebró con el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, antes de comenzar el Pleno del Congreso. A la reunión asistió también el portavoz del Grupo Centrista, Jaime Lamo.

Calvo Sotelo llegó al Palacio de las Cortes poco antes de comenzar la sesión, y se dirigió directamente al despacho del presidente del Congreso, Landelino Lavilla, con quien conversó durante más de cinco minutos. Acto seguido, el presidente del Gobierno salió del despacho de Lavilla y se reunió con Guerra. Esta entrevista duró unos diez minutos. En su transcurso se estima que se trató sobre la petición de que se votasen inmediatamente las mociones contra Robles Piquer.

A1 comienzo de la sesión, el comunista Jordi Solé Tura solicitó la modificación del orden del día en el sentido de anticipar a la tarde de hoy, miércoles, el debate del apartado del orden del día en el que se contienen las cuatro proposiciones no de ley previstas para este Pleno.

En el mismo sentido se manifestó el socialista Javier Saenz Cosculluela, quien calificó de argumentos "reglamentistas" los manifestados en la Junta de Portavoces en la mañana de ayer para oponerse a la pretensión de dar prioridad a las mociones que solicitan el cese de Robles Piquer.

El portavoz socialista alegó que tales mociones son de una trascendencia política grande, dada que la gestión del Ente Público RTVE afecta al estatuto aprobado por las Cortes y a la libertad de expresión. Argumentó también con la falta de imparcialidad demostrada por el actual director general de RTVE, puesta de manifiesto durante las elecciones andaluzas.

Razones reglamentarias

El presidente de la Cámara llamó a la cuestión al diputado y le pidió que no entrara en los temas de fondo, mientras se producían evidentes muestras de desagrado por parte del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, y otros miembros del grupo parlamentario de UCD. Landelino Lavilla aprovechó la interrupción para decirle al diputado socialista que los argumentos utilizados en la reunión de la Junta de Portavoces eran "no reglamentistas, sino reglamentarios".

Por su parte, el portavoz de UCD, Jaime Lamo, manifestó la disconformidad de su grupo con la alteración del orden del día, argumentando que no se podían avasallar los derechos de otros grupos, y que existían unas prioridades ya fijadas. Lamo afirmó que si se adelantaba el debate en el sentido propuesto no podría acabarse el debate de los estatutos de Aragón y Castilla-La Mancha.

Sometida a votación la propuesta de alteración del orden del día, votaron favorablemente 134 diputados (socialistas, comunistas, nacionalistas vascos, andalucistas y trece diputados del Grupo Mixto, entre ellos nueve del Partido de Acción Democrática), y en contra 150 (UCD, Coalición Democrática, Minoría Catalana y el diputado del Grupo Mixto Hipólito Gómez de las Roces).

La consternación reinó durante unos instantes en la parte izquierda del hemiciclo, cuyos portavoces habían dado por seguro la derrota del Gobierno. Los huecos existentes en los escaños centristas habían dado pie a las esperanzas de la izquierda, que, al parecer, no observó las ausencias de sus diputados.

Apoyo de la Minoría Catalana

Un portavoz de la Minoría Catalana explicó su voto de apoyo al Gobierno en que el grupo catalán no participa en el consejo de administración de RTVE y en la consideración de que se trata de "una pelea entre UCD y PSOE". Añadió que la consideración de las mociones sobre Robles Piquer habría impedido el debate sobre el proyecto de ley de otorgamiento al Ayuntamiendo de Barcelona de una subvención superior a los 3.000 millones de pesetas, cuyo estudio ha venido siendo solicitado insistentemente por el alcalde socialista de Barcelona.

Respecto al grupo centrista, el diputado por Lérida Manuel de Sárraga manifestó a EL PAIS que él y otro diputado catalán de UCD habían solicitado libertad de conciencia para la votación sobre el cese de Robles Piquer, si bien mantenían la disciplina del grupo en lo relativo a la alteración del orden del día.

Por su parte, Jesús Esperabé se opuso ayer, en la reunión del grupo parlamentario centrista, a 1a propuesta de que el cese de Robles Piquer se discuta en el comité ejecutivo de UCD. "¿En ese tribunal del santo oficio, quién es el defensor del vínculo?", preguntó el diputado de UCD por Salamanca.

Esperabé estimó, a diferencia de otros diputados de su grupo, que la reprobación del Parlamento contra un director general o de un secretario de Estado es constitucionalmente ortodoxa, aunque no vinculante, del mismo modo que considera heterodoxa la reprobación de los ministros en virtud de lo que establece el artículo 113 de la Constitución sobre la moción de censura constructiva.

Decisión 'salomónica' de Landelino Lavilla

La decisión adoptada ayer por Landelino Lavilla de incluir en el orden del día del Pleno las mociones comunista y socialista sobre el cese de Robles Piquer tras las dos ya citadas de la Minoría Catalana y de UCD, fue calificada a EL PAIS por el socialista Alfonso Guerra como "una alcaldada de Landelino Lavilla".

El vicepresidente primero de la Cámara, Modesto Fraile, explicó por su parte la salomónica decisión presidencial en el respeto al criterio reglamentario de la prioridad en la presentación de las proposiciones no de ley. Según Fraile, Landelino Lavilla ha avalado con su interpretación que la facultad de la Junta de Portavoces de modificar el orden del día de los plenos no puede prevalecer sobre el respeto al derecho de los grupos parlamentarios de que se aplique tal criterio de prioridad.

La ubicación de las mociones sobre Robles Piquer a la cola del Pleno significaba, de hecho, el riesgo de que no se debatieran en esta sesión plenaria. Lavilla abrió, sin embargo, la posibilidad de adelantar el debate de las mociones y establecer un tiempo determinado para que quedara asegurada la discusión de las cuatro en el Pleno de esta semana.

Socialistas y comunistas solicitaron en la reunión de la Junta de Portavoces dicho adelanto. Tras largo debate, se rechazó esta propuesta con los votos de UCD y CD, que bastaron para derrotar a socialistas, comunistas, andalucistas y nacionalistas vascos.

La clave de esta derrota estuvó en la abstención del Grupo Mixto, obligada al no ponerse de acuerdo sus dos portavoces: Hipólito Gómez de las Roces, que deseaba votar con la mayoría natural, y Javier Moscoso, que representaba a los diez diputados del PAD, laborable al adelanto de las mociones. La Minoría Catalana no votó y anunció que manifestaría su posición en el Pleno, si se planteaba la cuestión.

Todavía es posible, si la sesión plenaria avanza con rapidez, que mañana sean debatidas las mociones sobre Robles Piquer a las que se pueden formular enmiendas hasta seis horas antes de su debate, es decir, hasta las dos de la tarde de mañana, aproximadamente. El portavoz centrista, Jaime Lamo, anticipó el propósito de su grupo de no formular enmiendas, ya que la admisión de las mismas corresponde a los grupos proponentes que, según dijo, "no creo que las admitieran".