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La moción de censura contra el director general de RTVE

División entre los centristas del consejo de RTVE sobre la gestión del director general

La división del partido del Gobierno respecto a la gestión de Carlos Robles Piquer se extiende también al grupo de los seis vocales centristas del Consejo de Administración de RTVE. Aunque ninguno de ellos ratifique este disenso interno. Miguel Doménech, cuñado del presidente del Gobierno y presidente de la UCD madrileña, manifiesta su apoyo a Robles Piquer y precisa que se trata de una opinión "absolutamente personal". Doménech expresó, en sus últimas declaraciones a este periódico, que la continuidad de Robles Piquer es una cuestión de coherencia, que no hay motivos para su cese y que habría que "aguantar" incluso si el resultado de la moción es contrario al Gobierno.

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Pero no todos los centristas parecen dispuestos a "aguantar". José Antonio Escudero, miembro del consejo político de UCD, exteriorizó ya el pasado 5 de noviembre su primer desacuerdo con el resto de los vocales centristas y con Robles Piquer, a las dos semanas de su nombramiento. El Consejo se había reunido horas antes de que se emitiese un programa sobre la central nuclear de Lemóniz, dentro del espacio En este país. Cuando los centristas apoyaron la decisión de Robles Piquer de censurar la intervención de los representantes de los comités antinucleares, Escudero abandonó la sesión visiblemente disgustado. Fue el primer portazo de un centrista, quien comentó más tarde que nunca aceptaría ser considerado un "sostenedor de censores". Iñigo Aguirre, diputado del PNV, interpelaba al Gobierno al día siguiente sobre esta censura. Escudero es hoy uno de los candidatos a la dirección general en funciones de RTVE, apoyado, entre otros, por el grupo de Suárez. Escudero es catedrático, fue senador, director general del Instituto Español de Emigración y premio nacional de Historia en dos ocasiones.Los también consejeros de UCD José Ignacio Wert y Antonio del Olmo, ambos fijos de la plantilla de RTVE en situación de excedencia, parecen también distanciados del director general. Wert, sin embargo, estuvo muy vinculado en los últimos meses al presidente del Gobierno y a Doménech. José María Alvarez del Manzano hace hincapié siempre en la unidad de su grupo de consejeros y ha mantenido, junto a Doménech y al también centrista Carlos Plaza, posturas más conservadoras.

Los vocales de la izquierda, cuatro socialistas y un comunista, manifestaron a este periódico que, en la última sesión del Consejo, celebrada el pasado día 31, observaron un "desmarque táctico" de los seis centristas respecto a Robles Piquer y que se mostraron en algunos puntos "incluso más críticos" que la oposición. El Consejo celebrará una reunión este próximo miércoles para analizar, entre otros, el plan de actividades y actuación de Radio Nacional de España (RNE), Radio Cadena Española (RCE) y Televisión Española (TVE), las tres sociedades del Ente Público. La izquierda no está dispuesta a aprobar el plan de TVE, presentado por su director, Manuel Calvo Hernando, y conformado por Robles Piquer, por entender que ofrece "serias deficiencias". El voto contrario de la izquierda impediría obtener la mayoría de dos tercios que la Ley de Estatuto exige para su aprobación, si bien, transcurrido un mes, es suficiente la mayoría absoluta. El plan de las tres sociedades y el del Ente, ya aprobado, es la segunda vez que se trata en el Consejo porque el pasado mes de marzo fue devuelto al director general por acuerdo unánime del Consejo.

Carlos Plaza rechaza ese "desmarque" de su grupo que dice haber observado la izquierda. "Nuestra opinión es que Robles Piquer llegue al término de su mandato, con el final de la legislatura. Nos parece inoportuno que se produzca el cambio ahora. Lamentamos que las posturas hiperpolitizadas lleven a una permanente inestabilidad en el más alto órgano de RTVE. Yo y todos mis compañeros creemos que no hay razón para que se produzca el relevo. Somos muy respetuosos con la independencia de las instituciones, máxime con el Parlamento, del que emana el Consejo. Hay que considerar también la independencia que corresponde al Gobierno en el nombramiento del director general. Cuenta también, por último, la decisión que adopte Robles Piquer, si el Gobierno no le pide la dimisión, y valorar las circunstancias políticas. El cuenta con una valoración positiva de su gestión y con nuestro apoyo".

Carmen Llorca, vocal elegida en representación de Coalición Democrática, también valora positivamente la gestión del actual director general y considera inoportuno y perjudicial su cambio. "Creo que Carlos Robles, como dijo Manuel Fraga, no lo ha hecho peor que otros directores. Ni mucho menos. Parece", añade la consejera, "que el último argumento en su contra es que Fraga ha sido el líder que durante más tiempo apareció en los informativos durante la campaña electoral andaluza, como publicó EL PAIS. Pero hay que precisar que, además del tiempo que la Junta Electoral otorgó a AP en los programas institucionales, el partido planteó la campaña en torno a Fraga, la persona que más atractivo tiene para el electorado. Los otros partidos la plantearon de forma distinta, con más líderes, pero globalmente suman más tiempo en antena que el concedido a AP. Si fuese cierto que la televisión influye en los resultados electorales entonces habría que concluir que TVE dio la victoria, no a AP, sino al PSOE."

"Lamentable actitud", dice la izquierda

José María Calviño, vocal elegido a propuesta del PSOE, resume así la posición de la izquierda: "Es lamentable que la actitud de este funcionario, caso de no dimitir, obligue en este momento al Gobierno, al que dudo haya servido, a asumir el costo derivado de una votación, que presumiblemente perderá, y que quizás acentuará los propios problemas internos y que, por tanto, puede influir en la estabilidad de UCD".

Los principales puntos de la gestión de Robles Piquer que reprueban tanto la izquierda como algunos sectores de UCD son, entre otros: el trato de favor en los informativos al partido y persona de Fraga Iribarne, cuñado del director general; manipulaciones y censuras en los programas, sobre todo en los informativos; lo que denominan una "gestión primaria" que se reflejaría en la no presentación de las plantillas del Ente Público y su falta de adscripción a las tres sociedades; en la inexistencia de organigramas, exceptuado el de la dirección general, amén del plan de actividades de TVE, que les parece insatisfactorio.

La sustitución de Robles Piquer, tercer director general de RTVE desde 1980 en que se aprobó el Estatuto, plantea otros problemas. En el caso de que dimita o se fuerce su dimisión, el Gobierno puede optar, oído el Consejo de Administración, por un candidato sin que medie negociación con las fuerzas políticas, como sucedió con Robles Piquer, o en consensuar el nombre del sustituto. Este podría ser director general para lo que reste de legislatura, o un director en funciones (extremo no previsto por el Estatuto) que garantice la neutralidad del medio durante el próximo período electoral. El director en funciones podría ser, a su vez, un miembro del Consejo -Escudero es el candidato más firme- o un profesional de plantilla de RTVE. Los socialistas descartan el nombramiento de un consejero por entender que la fórmula es difícilmente estatutaria al no ser compatibles los cargos en el Consejo y en RTVE, además de que obligaría a que las Cortes elijan de nuevo un consejero. Los socialistas rechazan también la candidatura de un profesional propuesto ya por algún sector de UCD, como Emilio Pujalte, actual secretario general del Ente Público, nombrado por Robles Piquer. Entienden que Pujalte, quien inmediatamente antes de su llegada a RTVE fue presidente del comité de disciplina de UCD, es más un político que un profesional.

RTVE pasa, mientras tanto, por un compás de espera. Muchos cargos directivos creen inminente el relevo que, de todas formas, se producirá después de las elecciones generales. Esta situación conlleva abulia y remisión en la toma de decisiones.

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