Un dispositivo antiaéreo, entre las medidas de seguridad
Un radar instalado en el tejado del castillo de Versalles, en la vertical de la Sala del Sagrado, simboliza por si solo las dimensiones del dispositivo de seguridad -en el que son particularmente llamativas las seis baterías antiaéreas- puesto en marcha con motivo de la octava cumbre de los países industrializados. Versalles ahora sólo es recorrido por patrullas de policía, que se dispone a recibir dentro de veinticuatro horas a los responsables de los países más ricos.Más de 3.000 policías se encuentran en el interior del castillo y del parque y hay perros-policía que vigilan los alrededores del inmenso recinto.
El establecimiento de estas medidas de seguridad comenzó hace tres meses. Desde entonces, noche y día policías fuertemente armados, equipados con detectores de metales, recorren continuamente las 500 habitaciones y 67 escaleras del castillo y visitan periódicamente las 350 chimeneas.
Sistemas de protección electrónica han sido instalados en algunas partes del castillo, en particular en la Sala del Sagrado, donde se reunirán los jefes de Estado y de Gobierno, y en el Grand-Trianon, que les servirá de residencia. Por la noche trece baterías de proyectores iluminan. las fachadas del castillo y el parque, en el que hombres-rana han examinado el gran canal y los estanques.
La protección aérea tampoco ha sido olvidada y esta noche se instalarán seis baterías (cuatro de 105 mm y dos de 90 mm) en diversos lugares del parque y en particular en el romántico Paseo de las Citas.
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