Nacionalistas y comunistas presentarán recurso de inconstitucionalidad contra la LOAPA
Algo menos de quince horas, repartidas en cuatro sesiones, ha empleado la Comisión Constitucional del Congreso para concluir el dictámen de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), trámite en el que no se ha introducido la más mínima modificación del texto que había remitido la ponencia. Las minorías nacionalistas y el Grupo Parlamentario Comunista anunciaron ayer que si no se producen modificaciones sustanciales en algunos artículos de la ley, presentarán de forma conjunta un recurso previo de inconstitucionalidad contra la LOAPA, una vez que esta sea aprobada en el Senado y con anterioridad a su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
La sesión matinal de la comisión duró escasamente hora y media, y fue una repetición casi exacta de la celebrada en la víspera. Las minorías nacionalistas mantuvieron la postura de no defender sus enmiendas y sólo someterlas a votación, en protesta por la decisión del presidente de la comisión, el centrista Emilio Attard, de aplicar con toda rigurosidad el reglamento, con lo que resultaban sensiblemente recortadas las intervenciones en la defensa de aquellas y las réplicas. Los nacionalistas consideraron que esta actitud de la Mesa obedecía a un interés de los dos partidos mayoritarios por yugular el debate y concluir a la mayor brevedad el dictamen.Estas acusaciones fueron rechazadas por el propio Attard al término de la sesión, en la que quedaron dictaminados los artículos comprendidos en el último título, referido al tema de los funcionarios públicos, y las disposiciones transitorias y finales. No se produjeron intervenciones de representantes de UCD y el PSOE, que, en justa reciprocidad, sólo se limitaron a desestimar con sus votos cuantas enmiendas habían presentado nacionalistas y comunistas. Tampoco hicieron uso del turno de explicación de voto, por lo que no llegó a suscitarse el esperado debate en torno a un título que de antemano se sabía polémico por la fuerte oposición mostrada a su redacción por nacionalistas y comunistas.
El artículo 34 de la LOAPA establece que la legislación sobre el regimen estatutario de los funcionarios, que debe dictar el Estado en el desarrollo del artículo 149.1, apartado 18, de la Constitución (referido a las competencias exclusivas del Estado), fijará principios comunes a todas las Administraciones públicas en cuanto a la selección, carrera, retribuciones y otros derechos profesionales, sindicales y políticos de los funcionarios.
"Hasta tanto no sea aprobada dicha legislación", se dice en el segundo apartado, "y en todo caso, dejando a salvo las previsiones recogidas en los artículos anteriores del presente título, las comunidades autónomas no podrán crear cuerpos o escalas ni seleccionar funcionarios propios. Quedan exceptuados los cargos de naturaleza política previstos en los corespondientes estatutos y los de especial confianza". "
En el artículo siguiente se afirma que "tendrán caracter nacional los cuerpos o escalas de funcionarios a los que en el futuro una ley del Estado asigne dicho carácter. Las funciones propias de estos cuerpos o escalas deberan ser desempeñados en las comunidades autónomas por funcionarios procedentes de los mismos".
A la vista del contenido del título referido a la funcion púíblica, consideran las minorias nacionalistas y los comunistas que se imposibilita la creación por parte de las comunidades autónomas de un funcionariado propio, tal y como está previsto en los estatutos.
Un debate inútil
Al término de la sesión las minorias nacionalistas y los representantes de UCD y PSOE se intercambiaron duras acusaciones, provocadas por la extrema rapidez con que se ha efectuado este trámite parlamentario. "Después de haberse desarrollado en secreto su planificación, negociación y tramitación en ponencia, el debate de la LOAPA se hizo público en la comisión y ante los medios de comunicación", declaraba Miquel Roca."Tras las dos primeras sesiones, en que hubo amplio debate, los medios de comunicación vieron que lo que nosotros estábamos defendiendo era lógico y justo, de acuerdo con la Constitución y nuestros estatutos, y que centristas y socialistas no sabían como rebatir nuestros argumentos. Se veía en el ambiente que nuestras tesis estaban ganando posiciones, y ello les producía a UCD y PSOE un desgaste en sus posiciones y un coste político. Por ello decidieron yugular el debatea partir de la tercera sesión" "Si los nacionalistas han guardado silencio" comentaba el socialista Virgilio Zapatero, "es porque les era difícil argumentar unas enmiendas indefendibles. Lo que ocurre es que las han mantenido para dar una impresión de total oposición que no se ajusta a la realidad. De un total rechazo a la ley han pasado hoy a una oposición moderada"
Este criterio era compartido por el centrista José Luis Del Valle: "Del montón de enmiendas de los nacionalistas y comunistas se deducía fácilmente una ausencia de oposición radical a los aspectos fundamentales de los mismos y un intento de consagrar una serie de privilegios para sus comunidades autónomas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.