La CEOE dejará en segundo plano sus diferencias sobre las elecciones andaluzas

No están unidos en una piña, pero van a dar esa sensación. El comité ejecutivo de la CEOE, que hoy aborda los resultados de las últimas elecciones andaluzas, no deparará ninguna dimisión y hasta probablemente pondrá sordina a la reavivada pugna entre halcones y palomas del empresariado. La famosa manzana de la campaña electoral, pecado original de los halcones, no hará salir del paraíso de la cúpula empresarial ni al mismísimo Manuel Martín Almendros, secretario general de la Confederación Empresarial Andaluza.

Protagonistas y críticos de la campaña andaluza, consultados por este diario, han coincidido en señalar que por encima de las discrepancias mutuas, es la hora de cerrar filas entre el empresariado para hacer frente al deterioro de imagen sufrido por la CEOE. "La sangre no va a llegar al río, al menos por, el momento, y a la expectación despertada en torno a las cumbres empresariales de estos días (comité ejecutivo y junta directiva de la CEOE y comité ejecutivo de la CEA) se responderá, muy probablemente, reafirmando la actitud democrática del empresariado de respetar los resultados de las urnas".La convocatoria ordinaria de estas cumbres empresariales cuyo calendario de reuniones se fija semestralmente, y la inclusión en el orden del día de temas importantes y ajenos a las elecciones andaluzas como el Impuesto sobre el Valor Añadido o la situación sociolaboral, facilita a los empresarios una cierta sordina a sus querellas internas.

Los mudos, la banca y el gran empresariado

A media voz ("yo se lo cuento, pero a mi no me cite") han arreciado las críticas de buena parte de los bancos y de algunos de los mayores empresarios del país a la "cuando menos desafortunada campaña electoral" de la patronal en Andalucía. Al elocuente silencio de cuatro de los seis vicepresidentes de la CEOE (Arturo Gil, Carlos Pérez de Bricio, Ignacio Briones y Javier Gonzalez Estefani) mientras duró la campaña andaluza, han seguido las confidencias y las medidas declaraciones públicas tras conocerse los resultados.Alguno de los presidentes de los siete grandes de la banca española llegó a calificar de "error histórico" la actitud del empresariado en las elecciones andaluzas, y el fin de semana último Jaime Carvajal, el presidente del Banco Urquijo, insistía en Mallorca en que "los empresarios no deben convertirse en partido político".

Presidentes de algunas multinacionales, que son junto a la banca quienes al fin y a la postre financian los frecuentes desfases presupuestarios de la CEOE, se lamentaban en privado de la campaña realizada en Andalucía y culpaban a Carlos Ferrer de haberse dejado llevar por los halcones de la organización. Los resultados de tal actitud están a la vista, según estos presidentes, "se ha producido un grave deterioro de la imagen del empresario, ante la opinión pública, se ha contribuido a agravar la derrota de UCD y sus contradicciones internas, y se ha favorecido sin quererlo a la victoria absoluta del PSOE". Algunos de estos presidentes temen todavía que desde la CEOE les pidan ayuda para acabar de sufragar tan desafortunada campaña.

Y como interpretaciones de lo sucedido hay para todos los gustos, Javier González Estefani, vicepresidente de CEOE y presidente de CEPYME, declaraba en Murcia -según Europa Press- que "los empresarios no han apoyado a Alianza Popular, ni a UCD, sino a un determinado modelo político" y que lo que ocurre en Andalucía es que "no hay empresarios y así no puede solucionarse el problema del paro".

Carlos Ferrer, José María Cuevas, Alfonso Molinas, José Antonio Segurado, y los dirigentes empresariales andaluces Manuel Martín Almendros y Juan Salas Tornero, que han participado y alentado la campaña patronal en las elecciones al Parlamento de Andalucía, extraen lógicamente otras consecuencias de los resultados.

Para José María Cuevas, secretario general de la CEOE, la victoria absoluta de los socialistas no era ninguna sorpresa y ya aparecía en las encuestas de opinión realizadas en Andalucía en diciembre y abril pasados. Precisamente la campaña de la patronal, como demostró la encuesta de opinión realizada. a mediados de mayo y corroboró la realizada por Sofemasa para EL PAIS, produjo cierta inflexión en estas tendencias de voto provocó el nerviosismo y la acritud de los socialistas hacia nosotros.

Mantener el tipo

"No hay que achacar los resultados de UCD y el PSOE a la campaña de la patronal. Se están buscando culpables, sin detenerse a profundizar en las causas últimas de estos resaltados. Sin analizar la discutible decisión de la Junta Electoral Central contra la campaña del empresariado y sus efectos sobre los resultados electorales", sostiene José María Cuevas. "Es curioso que la denuncia del PSOE contra nuestra campaña y la decisión de la Junta Electoral Central se produzca coincidiendo en el tiempo con las encuestas de opinión que reflejaban una caida en las intenciones de voto hacia los socialistas".Mientras Cuevas habla de una "maquina de rumores" y de "sectores de opinión especialmente empeñados en debilitar a la CEOE", el vicepresidente de la CEA, Juan Salas, declara a Efe que "después de las elecciones se está viviendo en Andalucía un ambiente de dimisiones en cadena del que es difícil sustraerse. Estamos asistiendo a unas maniobras de nerviosismo y a una caza de brujas para que se presenten dimisiones, que niego categóricamente en lo que respecta a la CEA".

Manuel Martín Almendro, presidente de la CEA y portador de la manzana con. gusano marxista de la campaña publicitaria, ha sido aun más contundente en sus declaraciones a Efe: "No tengo la menor intención de dimitir, lo desmiento categóricamente y no se de donde han podido salir esos rumores". Para añadir, a renglón seguido, que solo dimitiría si se lo pidiese el comité ejecutivo de la CEA, "pero no creo que eso vaya a ocurrir, pues, en contra de lo que se dice, no recibo sino adhesiones, a mi persona y a mi actitud. Ni un solo empresario andaluz me ha mostrado su disconformidad con mi actitud".