La Autónoma de Madrid elegirá al nuevo rector con arreglo a su propia normativa electoral

El próximo lunes se celebrarán las elecciones a rector de la Universidad Autónoma de Madrid. El Ministerio de Educación y Ciencia ha dado su aprobación a las normas electorales propuestas por el claustro de esta universidad. Con arreglo a estas normas, el cuerpo electoral, constituido por unas 1.500 personas, estará compuesto por la totalidad de los profesores doctores, un tercio de los no doctores, un tercio del personal no docente y un representante por cada 50 estudiantes.

Mantienen su candidatura a las elecciones los profesores José Ramón Masaguer, Julio González Campos y José Ignacio Fernández Alonso. Leandro Cañibano, actual vicerrector de ordenación académica, retiró su candidatura en favor de la del profesor González Campos. Publicamos hoy las biografías y programas resumidos de dos de los candidatos, y mañana ofreceremos los del tercero.José Ramón Masaguer, nacido el 5 de febrero de 1924 en Vigo (Pontevedra), se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad de Santiago de Compostela en 1946 y se doctoró por la Universidad de Madrid en 1953, ampliando posteriormente estudios en Londres y en Viena. En la Universidad de Santiago fue profesor ayudante, adjunto, encargado de cátedra y por último catedrático de química inorgánica desde 1964 hasta 1976, en que pasó a desempeñar la misma cátedra en la Universidad Autónoma de Madrid, donde actualmente dirige el departamento de dicha especialidad. Ha sido rector de la Universidad de Santiago y director general de ordenación educativa en 1974.

Nuestro programa se define como progresista, socialmente avanzado y abierto, y orientado a conseguir una universidad a la altura de nuestro tiempo y la mejor preparación humana, científica y profesional de sus titulados. Después de resaltar el absoluto respeto a la libertad de cátedra y a la libertad de estudio, afronta el problema de la gestión, elaboración y control de la política universitaria, que se propone realizar con la participación real de todos los estamentos y la mayor transparencia. Sobre estas premisas y la descentralización de funciones en las facultades, escuelas, departamentos e institutos universitarios, proponemos nuevos modos de gobernar.

La orientación del alumnado, mejorar la calidad de la enseñanza con el resultado de disminuir la frecuencia de abandonos y repeticiones, la actualización de planes de estudio, haciéndolos planes abiertos, etcétera son temas que nos proponemos afrontar para lograr que los titulados posean una preparación homologable a la de las universidades de los países occidentales. En la misma línea nos proponemos atender la demanda de la sociedad en lo relativo a actividades dirigidas a profesionales en activo.

Asimismo, nuestro programa define la investigación como tarea consustancial con el quehacer universitario que hay que potenciar, y se compromete a afrontar el grave problema de la inestabilidad del profesorado y a garantizar su selección por criterios de mérito y capacidad.

Julio Diego González Campos nació el 5 de abril de 1932 en Alcalá de Guadaira (Sevilla). Ha sido profesor no numerario en las universidades de Sevilla (1957-1961) y Complutense de Madrid (1961-1971), y catedrático de derecho internacional público y privado en la de Oviedo (1972-1979). Catedrático contratado de derecho internacional privado en la Universidad Autónoma de Madrid desde octubre de 1979, en la actualidad es catedrático numerario de esta misma asignatura, en régimen de dedicación exclusiva, y decano de la facultad de Derecho.

El objetivo fundamental de la candidatura es la consecución del autogobierno de la Universidad Autónoma de Madrid, dentro de una concepción de la universidad como servicio público. Para ello es necesario potenciar la labor de los órganos colegiados, asegurar su primacía sobre los órganos individuales y admitir que el voto de censura por mayoría absoluta de los componentes de aquéllos -claustro, juntas de facultad, etcétera- pueda entrañar la dimisión del rector, decano o, director de un centro.

De otra parte, el autogobierno exige no sólo que en la Universidad Autónoma de Madrid exista y opere una estructura plenamente representativa, sino también que pueda adoptarse por parte de los órganos generales una política universitaria propia en relación con los estudiantes, profesores, personal de administración y servicios, investigación y docencia. Asimismo, para lograr, desde la máxima claridad y transparencia en la gestión, una adecuada y justa distribución de los escasos recursos con que cuenta la universidad. Dentro de estos aspectos de la política universitaria, se considera esencial la selección del propio profesorado, potenciando su dedicación exclusiva, su estabilidad y su promoción; también, fomentar la investigación, eliminando trabas burocráticas, y la calidad de la docencia, por distintos cauces, con los medios de control adecuados.