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Pedro Domecq mantuvo ayer el cierre patronal de sus bodegas

Las bodegas Pedro Domecq en Jerez de la Frontera no abrieron ayer sus puertas, a pesar de que el delegado provincial de Trabajo de Cádiz ordenó el pasado jueves el cese del cierre patronal, al estimar que no se daban las causas legales para justificar esta actitud por parte de la empresa.

Seiscientos trabajadores de las bodegas Pedro Domecq, que se reparten entre Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Puerto de Santa María, permanecen en continuo conflicto, aunque no hayan abandonado sus puestos de trabajo, desde los comienzos de este mes. Reclaman a la empresa la media paga extraordinaria del mes de mayo. La firma Domecq goza de rancia solera en Jerez, ciudad donde se conjugan los tradicionales hábitos comerciales de los señores del vino con las nuevas técnicas de producción y marketing para unos caldos que han adquirido fama mundial. En el transfondo de este conflicto, existe una crisis empresarial -aunque la dirección de Domecq en todo este tiempo no se haya pronunciado públicamente-, que es la causante de que la bodega haya presentado balances negativos en los ejercicios correspondientes a los tres últimos años.El 31 de julio del año pasado se firman entre la dirección de la bodega y el comité de empresa unos acuerdos por los cuales 242 trabajadores serán dados de baja por invalidez, suspensiones temporales de los contratos de trabajo y prejubilaciones a los 58 años. Este acuerdo tendría un período de validez de diez años, y supondría un ahorro aproximado para la empresa de 1.200 millones de pesetas. El nuevo acuerdo fue calificado en su día, por la propia dirección de la bodega, como muy importante de cara a la reflotación económica de la empresa.

Transcurrido el verano, el director general de Pedro Domecq, Ramón Mora Figueroa, manifiesta no reconocer la validez de estos acuerdos firmados al inicio del verano, ya que según su opinión no son viables económicamente. Por este motivo, el acuerdo firmado entre las dos partes no había sido presentado para su homologación a la Delegación Provincial de Trabajo. El comité de empresa reacciona recurriendo ante dicho organismo con el objeto de que se cumplan los acuerdos, pero la delegación se pronuncia en sentido negativo por cuanto la empresa se ha retractado de lo firmado y no ha presentado el expediente. Ante esto, el comité de empresa recurre a la Dirección General de Empleo, que en el mes de diciembre de 1981 dicta una resolución favorable para los trabajadores, entendiendo en principio que la empresa no recurrió contra los acuerdos en el período de tiempo señalado.

Pero el proceso continuó, ya que la empresa no asumió la resolución de la Dirección General de Empleo. El asunto desfiló por el Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación (IMAC), de nuevo por la Delegación Provincial de Trabajo y, finalmente, ante la Magistratura de Trabajo, que sentenció en favor de la validez de los acuerdos.

Peores relaciones

A lo largo de todo este proceso, las relaciones entre el comité de empresa y la dirección de la bodega fueron deteriorándose. Por parte de la empresa hubo negativas para reunirse con el comité de empresa, y según acusan sus miembros, tampoco reconoció al comité, los mínimos derechos que recoge la normativa laboral. Esta situación fue la que provocó el encierro del comité de empresa en el mes de noviembre pasado.A comienzos del mes de marzo de este año, la empresa presentó al comité un nuevo proyecto de estudio económico sobre la rentabilidad de la bodega, sobre el que este último aún no se ha pronunciado. Pero los problemas que condujeron a la actual situación de conflictividad surgieron cuando a finales de ese mes, cercanas las fechas de pago, el comité de empresa tiene noticias de que no hay dinero para pagar los salarios.

Los salarios del mes de abril fueron satisfechos y media paga del mes de mayo no han sido entregados a los trabajadores. La dirección de la bodega no se ha pronunciado sobre las fichas concretas en las que se efectuarían los pagos pendientes y ni siquiera ha podido garantizar que las retribuciones del presente mes puedan ser satisfechas con normalidad, por lo que la empresa ha sido sancionada por la Inspección de Trabajo. Asimismo, la empresa decretó el pasado miércoles el cierre patronal hasta el próximo día 1 de junio, tras no com.parecer a una reunión con los representantes de los trabajadores, al establecer éstos como punto primero de la reunión la readmisión de varios despedidos. El delegado de trabajo de la provincia, Ruperto Infantes, consideró esta decisión como improcedente. Aún así, las bodegas de Pedro Domecq no reabrieron ayer sus puertas, según fuentes próximas a la empresa, por imposibilidad material de convocar a la totalidad de los trabajadores y mandos. No obstante, las mismas fuentes apuntaron su intención de reiniciar la actividad normal el próximo lunes.

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