Las órdenes vendedoras abandonan el parqué
Terminó la semana en los mercados de valores españoles con unas sesiones discretamente orientadas al alza que se apoyaban en la aceleración en el retiro de órdenes vendedoras y en el resurgir de alguna demanda de cierta entidad, que se centraba especialmente en los valores del grupo eléctrico. Por tanto, los especialistas acertaron en sus predicciones de que esta primera semana posterior a las elecciones andaluzas acabaría cerrando con una orientación positiva.En el grupo de bancos ha continuado descendiendo vertiginosamente la oferta, hasta el punto de que la suma de los saldos vendedores conocidos para el conjunto de los siete grandes apenas superaba los 40.000 títulos, frente a los más de 100.000 de la reunión anterior. A pesar de este fuerte descenso en el volumen de oferta, estas entidades prefirieron, en general, repetir sus posiciones de días anteriores, y las dos excepciones en el mercado madrileño las constituían el Popular y el Vizcaya, con unas mejoras de cuatro y tres enteros, respectivamente.
Banesto y Santander eran quienes presentaban unos saldos vendedores más abultados, con 18.575 títulos, el primero, y 22.126, este último. No obstante, la entidad montañesa, que tiene en marcha una campaña de colocación de acciones propias entre sus clientes, a los que ofrece unos créditos en condiciones bastante favorables con el único objeto de que adquieran sus títulos, cuenta con un apreciable caudal de compras, que tienen su origen precisamente en estas operaciones, y que, al parecer, no se introducen a diario en la caja.
Por su parte, el Banco Exterior ha anunciado su intención de realizar una ampliación de capital en la proporción de una nueva acción por cada cuatro antiguas, al 70%. Aunque no se establece fecha para la operación los especialistas apuntan que, o se realiza casi inmediatamente, o quedará pospuesta a los primeros días del próximo otoño.
Los valores del sector eléctrico contrataron con algo menos de fluidez que en reuniones anteriores, pero observaron una mayor presencia de compras, que les permitía mejorar sus posiciones anteriores. Unión Eléctrica constituyó la excepción que confirmó la regla entre las compañías más importantes del sector, al perder 75 centésimas, su cambio de cierre, en el mercado madrileño.
Las expectativas para la próxima semana aparecen un tanto difusas, pero, en general, los inversores, que se encuentran en el díficil dilema de decidir qué hacer, pues de las eléctricas no parece lógico desprenderse, ante sus próximos pagos de dividendos, y menos a estos precios y, por otra parte, los demás valores no cuentan con órdenes de compra suficientes como para poder materializar partidas de cierta significación sin perder dinero.
Unicamente queda, como islote aislado, el grupo bancario, cuya rentabilidad por dividendo continúa siendo muy baja, pero cuenta con el atractivo de las juntas de accionstas que se están celebrando estos días y las que se han de celebrar en las próxirrias semarnas, donde, además de presentar los ejercicios más brillantes de sus respectivas historias particulares, vienen ofreciendo compensaciones adicionales a sus accionistas por la vía de las ampliaciones de capital.
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