El conflicto divide a la Internacional Socialista
Un centenar de delegados, de 34 países de Europa, Asia y Latinoamérica, clausuraron ayer en Helsinki una reunión ordinaria de dos días del Buró de la Internacional Socialista (IS). La reunión, que estuvo presidida por el presidente del Partido Socialdemócrata de la República Federal de Alemania, Willy Brandt, debía considerar incialmente un amplio temario sobre la situación internacional, que incluía los problemas de Medio Oriente, América Central y el desarme, pero el conflicto de las Malvinas se presentó como un convidado de piedra y no fue posible eludirlo.El tema fue planteado ya en la sesión inicial, en la intervención del representante de Acción Democrática de Venezuela, el ex presidente Carlos Andrés Pérez, que, apoyado por la, mayoría de los delegados latinoamericanos, pidió su inclusión en la agenda. A solicitud de la delegación británica, la discusión fue prorrogada para el día siguiente.
Ni el público ni la Prensa tuvieron acceso a las deliberaciones, pero trascendió que el problema de las Malvinas motivó tensas discusiones y acaparó el centro de interés de los delegados. Las discrepancias sobre este punto entre el bloque latinoamericano y el europeo son conocidas y quedaron ahondadas en los últimos días, después de que los países de la Comunidad Económica Europea ratificaran, por mayoría, su decisión de proseguir el bloqueo argentino por tiempo indefinido.
Un grupo de trabajo, presidido por el ex ministro noruego de Defensa Thorvald Stoltenberg, fue comisionado para la difícil tarea de redactar un documento que pudiera ser suscrito por todas las delegaciones, que debía estar terminado antes de la clausura de la reunión, a últimas horas de ayer.
Alas discrepancias existentes entre los partidos que integran la IS, y aún en el interior de cada uno, sobre el creciente conflicto, hay que agregar otras anteriores, que tienen relación con Centroamérica, así corno también respecto a Oriente Próximo. Sobre América Central hay todo un espectro de posiciones, que va del franco apoyo a la revolución sandinista y a los movimientos de liberación en El Salvador y Guatemala -tal es el caso de la socialdemocracia sueca y su representante de America Latina, Pierre Schori- hasta las reticencias y claro rechazo de otros partidos
Quizá el punto donde hubo mayores coincidencias fue en el tema sobre desarme y el apoyo a los movimientos pacifistas en los diversos países. A propósito, el presidente del Partido Socialdemócrata de Finlandia, Kalevi Sorsa, sostuvo que la IS debía dar todo su apoyo al movimiento por la paz y, el desarme, independientemente de "que no coincidamos ideológicamente con ellos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.