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Seku Turé, el hombre que desafió a De Gaulle

El presidente de Guinea-Conakry, Ahmed Sekú Turé es uno de los mitos vivientes de la historia contemporánea de Africa. Su nombre está para siempre ligado a los de Lumumba, Nkrumah y Keita, aunque contra los que les ocurrió a ellos, Turé haya sabido permanecer en el poder, sacrificando a cambio el marxismo militante de sus primeros tiempos.Educado en una escuela coránica, Turé permaneció poco tiempo en la universidad, de la que fue expulsado por dirigir su primera huelga a los 18 años. Desde entonces (1940) se dedicó de lleno a una incesante actividad sindical, constituyendo una federación de trabajadores guineanos que se asoció a la CGT francesa. Al mismo tiempo, Turé se vinculaba al Rassemblement Democratique Africain, creando su rama guineana, el Partido Democrático, que arrasó en todas las contiendas electorales.

Cuando la fuerza de los votos había proporcionado a Seku Turé la vicepresidencia del consejo de gobierno (el presidente era un francés) se produjo su histórico enfrentamiento con el general De Gaulle. El presidente francés pretendía construir, a partir del antiguo imperio colonial, una comunidad francesa de naciones manteniendo cada país extrechos lazos políticos y económicos con la antigua metrópoli. Su proyecto iba mucho más allá que la Commonwealth británica, pero se vino abajo a causa de Seku Turé. En el referéndum de constitución de la comunidad, celebrado el 27 de septiembre de 1958 en todos los países, Guinea fue el único en decir un rotundo no a la asociación con Francia, en una proporción de 21 votos negativos por cada voto afirmativo.

La reacción francesa fue inmediata: el 2 de octubre se retiraban las autoridades francesas, y con ellas todos los técnicos, administradores y militares. Los registros civiles y todo tipo de documentación administrativa fueron quemados y la ayuda financiera fue suspendida. Francia dejaba una difícil herencia en Guinea, y las consecuencias no se harían esperar: toda la voluntad de Seku Turé y su partido no pudieron evitar una rápida bancarrota.

En febrero de 1961 Leónidas Breznev visitaba Guinea, pero la luna de miel con Moscú no dura ría mucho, pues en noviembre de ese mismo año el embajador soviético era expulsado del país, acusado de instigar una revuelta. Entonces se produjo una asombrosa paradoja: pese al declarado antiimperialismo de Guinea, Estados Unidos acudió en su ayuda, salvando cada año los déficits alimentario y financiero del país.

Pese a la ayuda norteamericana, las dificultades económicas persistieron, y el frenesí revolucionario de las masas guineanas se tornó en profunda decepción, que dio paso a una continua oposición. Seku Turé es probablemente el líder africano que ha superado con éxito el mayor número de intentos de golpe y atentados, incluyendo un intento de invasión dirigido en 1970 por el general portugués Antonio de Spínola desde la vecina Guinea Bissau.

Desde diciembre de 1978, en que se restablecían los lazos con Francia tras la visita de Giscard d'Estaing a Conakry, la política interior y exterior de Seku Turé ha transcurrido por cauces de gran moderación, como lo atestigua el hecho de que Guinea pertenezca a la minoría de países de la OUA que no han reconocido a la RASD.

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