Los bancos consiguen las primeras ganancias de la semana

La calma, que comenzaba a apuntarse en las reuniones del miércoles, terminó dominando ayer la actividad bursátil, donde se pudo observar un repliegue táctico de las órdenes vendedoras, mientras que las tímidas y selectivas compras que se apreciaron en las reuniones anteriores comenzaban a fraguar, resultando su primer beneficiario el sector de bancos, donde se produjeron las primeras ganancias de la semana.Los índices de los mercados de Barcelona, Bilbao y Valencia experimentaron discretos avances, resultado de la menor presión vendedora, mientras que la repetición exacta del indicador de la Bolsa madrileña correspondía al equilibrio de fuerzas que componían, por una parte, las pérdidas de dos eléctricas importantes, Sevillana e Iberduero, y por otra la providencial mejora de medio punto en Telefónica.

Parece, por tanto, como si las célebres fuerzas vivas del mercado hubiesen, al fin, logrado imponer sus criterios de prudencia y espera, evitando, por el momento al menos, lo que podría haber constituido una de las bajas más aparatosas de las bolsas españolas en su historia reciente.

Esta situación fue hábilmente aprovechada por alguno de los bancos de primera fila para quebrar su tendencia negativa de días anteriores, introduciendo mejoras en sus cotizaciones, al abrigo del espectacular descenso que ofrecían los respectivos saldos vendedores, que quedaron reducidos a la mitad de los que se presentaban en la jornada anterior, y que apenas llegaron a sobrepasar los 100.000 títulos en su conjunto.

En Madrid, el Vizcaya ganaba cuatro puntos, aupándose cada vez con mayor firmeza en el puesto de cabeza en cuanto a cotizaciones de los grandes. Bilbao e Hispano fueron los otros dos que registraban avances de dos enteros, respectivamente, siendo este último valor el único de entre los siete grandes que presentaba un discreto saldo comprador: concretamente 353 solitarias acciones. Pero lo importante era que las tensiones vendedoras habían cedido casi de una forma tan drástica como se generaron, y que tras el nuevo esfuerzo que realizaron el miércoles estas entidades, cuando la contratación volvió a superar ampliamente a la oferta que se introducía en la caja, se pudieron conseguir unas repeticiones lineales. En definitiva, se había logrado poner freno al plano declinante por el que se deslizaban las cotizaciones.

El grupo eléctrico presentó una contratación may ágil, con intercambio de un buen número de títulos. La proximidad de los respectivos pagos de dividendos complementarios al pasado ejercicio, junto con el buen nivel de liquidez que vienen ofreciendo a los inversores, están consiguiendo que estos corros; sean prácticamente los únicos en los que, a diario, se puede observar una actividad bursátil bastante limpia de la sombra de manipulaciones.

La firmeza del sector y la buena disposición de los compradores hacia sus acciones la ponen de manifiesto precisamente la movilidad de sus cambios que, operando con diferencias inferiores a un entero, consigue que se genere oferta o demanda según el signo del movimiento.

En definitiva, una Bolsa expectante y un tanto temerosa que, por el momento, ha decidido confiar su futuro inmediato al criterio de los poderosos, esto es, los bancos.