Francisco Umbral y los gallegos

Francisco Umbral, en el modo sicalíptico y poético suyo de escribir, dedica columna a los gallegos. La Semana Cultural de Galicia en Madrid le ha dado pie para confeccionar magistralmente, como él sabe hacerlo, una crítica de algo que denigra al ser humano: la falta de civismo colectivo, la falta de respeto a la cultura.Umbral es un marqués del periodismo, marqués de nueva ola, noble barón antes que conde, duque de nada, porque ahí continúa, por ahora, para suerte de todos los lectores. Uno, seguidor habitual de sus discursos, español, gallego por más señas, que siente algún spleen (o algo parecido) aunque no es gato, expone humildemente lo que sigue:

Está mal llevar a una muestra de arte problemas de otra índole. Está mal la grosería. Está muy mal, por supuesto, utilizar la obra del vecino como escupidera. Si hay algo en disfunción hay que decirlo; es bueno señalar los defectos y las faltas. Pero en tales circunstancias, pluralizar con un título la crónica, haciendo general la conclusión, parece, a mi entender, inadecuado. Porque no todo gallego es colillero, como tampoco es oro todo lo que en Madrid reluce. /