El franciscano Amigo Vallejo, actual obispo de Tánger, nuevo arzobispo de Sevilla

Carlos Amigo Vallejo, franciscano de 48 años, obispo de Tánger, ha sido nombrado arzobispo de Sevilla, donde sucede al cardenal Bueno Monreal. El nuevo titular de la diócesis hispalense es considerado como un hombre espiritual y moderado. El recién nombrado arzobispo de Sevilla nació en Medina de Rioseco (Valladolid), el 23 de febrero de 1934.

En la capital pinciana cursó sus estudios de bachillerato y el primero de medicina, hasta que en 1954 ingresó en la orden de san Francisco e inició el noviciado en Santiago de Compostela. En sus tiempos de universitario en Valladolid conoció a un canónigo, celebrado por sus dotes oratorias, que con el tiempo llegaría a ser primado de España: Marcelo González Martín. En Santiago hizo la carrera eclesiástica, trasladándose al Ateneo Romano Antoniano para perfeccionar estudios filosóficos. De vuelta a España, dirige un colegio franciscano en Zamora y es designado superior de su provincia franciscana. El 28 de abril de 1974 es nombrado obispo de Tánger, desde donde salta a la importante sede sevillana. Es autor de varias obras de espiritualidad, como Dios clemente y misericordioso, que trata de la confluencia entre cristianismo e islamismo. Su última obra, Francisco, ¿quién es Dios?.

La permanencia en tierras norteafricanas ha contribuido a su afición por temas islámicos, sobre los que es considerado un buen especialista, promocionando el diálogo cristiano-musulmán.

En 1981 dirigió los ejercicios espirituales a la Conferencia Episcopal Española. En los últimos días se intensificaron los rumores que daban al franciscano obispo de Tánger por sucesor de Bueno Monreal. Fue ayer cuando la Nunciatura de la Santa Sede en España comunicó oficialmente al cabildo catedralicio de Sevilla el nombramiento del nuevo arzobispo. Previamente había visitado Antonio Innocenti, el nuncio del Papa en Madrid, al cardenal-arzobispo de Sevilla, Bueno Monreal, para comunicarle personalmente el nombramiento del sucesor. Cuando el cabildo recibió la noticia, las campanas de la catedral repicaron tres veces para advertir al pueblo sevillano que el nombramiento se había producido.

La sustitución del cardenal- arzobispo de Sevilla, tiene lugar después de que éste presentara su dimisión por haber cumplido los 75 años reglamentarios hace unos meses. Juan Pablo II no parecía dispuesto a admitirla, al menos hasta después de su viaje a España. Tarancón comentó hace meses que el Papa accedería a la ilusión que tenía Bueno Monreal de ser él quien le recibiera en Sevilla. Sin embargo, a Bueno Monreal le sobrevino el pasado mes de febrero un ataque de trombosis, precisamente mientras recordaba en Roma su dimisión, presentada en septiembre de 1.979. Bueno Monreal sufre desde entonces pérdida parcial del habla así como de la movilidad en el brazo y pierna izquierdos.