Desconcierto centrista y moderación en el PSOE tras las elecciones
Un considerable desconcierto en las filas centristas, mientras se mantiene la tónica de moderación en las declaraciones de líderes del PSOE, caracteriza las reacciones en el seno de ambos partidos después de la jornada electoral del domingo en Andalucía. El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, discutió en la reunión que mantuvo con varios de sus ministros en la Moncloa, la posibilidad de disolver Unión de Centro Democrático (UCD) para intentar crear otra fórmula distinta de partido, tras el descalabro sufrido en las elecciones al Parlamento andaluz. El presidente hizo por dos veces la misma pregunta a los reunidos: "¿Vale la pena seguir con el partido que tenemos o realizamos cambios sustanciales y abandonamos el proyecto político que significa UCD?"
La respuesta de los ministros presentes -Pío Cabanillas (Justicia), Rodolfo Martín Villa (vicepresidente político), Juan Antonio García Diez, (vicepresidente económico), Alberto Oliart (Defensa), Jaime Lamo (adjunto al presidente), Rodríguez Inciarte (Presidencia), Rafael Arias Salgado (Administración Territorial), Juan José Rosón (Interior) y Pérez-Llorca (Exteriores)-, fue unánime: mantener UCD, analizando a fondo las causas de la derrota para que ésta no vuelva a repetirse.La manera de renovar y fortalecer UCD no fue discutida a fondo. Los allí reunidos prefirieron no adoptar ningún tipo de decisiones al respecto a la espera de lo que digan hoy los diputados en la reunión que tiene previsto celebrar el Grupo Parlamentario Centrista, de lo que igualmente se manifieste en la reunión del comité ejecutivo de mañana, miércoles, y, muy especialmente, de las conclusiones a que lleguen las distintas familias ideológicas de Unión de Centro Democrático, que durante todo el día de ayer celebraron múltiples reuniones, almuerzos y cenas, algunas como sectores diferenciados y otras en connivencia entre unos y otros.
Los democristianos mantuvieron una larga reunión durante la mañana de ayer, los integrantes del autodenominado sector independiente (el cristiano José Luis Alvarez, Oliart, Bayón, Inciarte, entre ellos) hicieron otro tanto en un hotel madrileño y los liberales cambiaron impresiones en un almuerzo celebrado en el domicilio particular de Antonio Garrigues Walker. Por la noche, representantes de estos tres sectores centristas cenaron en un club privado de Madrid.
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Los suaristas esperan la dimisión de Calvo Sotelo como presidente de Unión de Centro Democrático
Viene de la primera páginaAsímismo, el "grupo de los treinta" parlamentarios y destacados militantes socialdemócratas parece ser que mantuvieron otra reunión, que habría contado con la presencia del titular de Transportes, Luis Gámir.
La gran incógnita continúa siendo la actitud que adoptará en los próximos días el expresidente Adolfo Suárez, que durante todo el día de ayer permaneció recluído en su despacho de la calle Antonio Maura y declinó hacer comentarios sobre la derrota sufrida en Andalucía. El expresidente no abandonó el bufete ni para almorzar, y mandó que le subieran la comida al despacho. Según sus colaboradores, la causa oficial de este enclaustramiento fueron "asuntos pendientes, exclusivamente profesionales, que el expresidente tiene que tratar". Los partidos permanecían ayer en una jornada de reflexión sobre los resultados andaluces.
Los suaristas, que oficialmente mantienen la misma actitud de reserva que su jefe de filas, confían en que Calvo Sotelo presente su dimisión como presidente del partido. Un destacado miembro de este sector aseguró ayer a EL PAIS que, después de lo ocurrido, "lo normal y lo lógico" es que Calvo Sotelo presente su dimisión, en la reunión de la ejecutiva de mañana, y Adolfo Suárez vuelva a hacerse con el control del partido. La citada fuente, que manifestó que, a lo largo de todo el día de ayer los suaristas habían recibido numerosos telegramas de los secretarios provinciales pidiendo esta sustitución, señaló que había llegado la hora de plantearse el liderazgo compartido: Calvo Sotelo como presidente del Gobierno y Adolfo Suárez como presidente del partido.
Para Antonio Garrigues, presidente de los Clubes Liberales, los resultados andaluces de UCD le han llevado al convencimiento, al que ha llegado por propia determinación, de que su aportación al partido del Gobierno se hace más necesaria que antes. Curiosamente, el liberalismo que ahora se ofrece como tabla de salvación, tuvo en Soledad Becerril y en el secretario de organización de UCD, Pedro López Jiménez, a dos destacados puntales de la campaña centrista en Andalucía. Garrigues ha llegado también al convencimiento de que no es posible su entendimiento con Suárez.
El presidente Calvo Sotelo trata de mantener la cohesión del partido, cada vez más amenazado con una escisión interna, a base de no adelantar las elecciones, evitar ahora una crisis de Gobierno y reestructurar a fondo la UCD, tal vez incluso forzando algún tipo de pacto con Alianza Popular. En su reunión de ayer con los nueve ministros en La Moncloa, el presidente expresó la decisión de no proceder, por ahora, a la disolución de las cámaras. Triunfó la tesis, expuesta por Rodríguez Inciarte y Jaime Lamo de Espinosa, de "prolongar la Legislatura lo más posible", porque, de lo que se trata, según palabras de uno de los ministros, presentes, "es de ganar tiempo para reestructurar el partido y poder ofertar a los electores, en 1983, algo mínimamente digno, coherente, y, sobre todo, de centro". Jaime Lamo fue muy duro en sus críticas al partido. En opinión del ministro adjunto al presidente, lo que ha ocurrido en Andalucía no es más que el resultado del alejamiento que ha experimentado UCD en los últimos años con respecto a su electorado natural, aquel que le dió el triunfo en las dos elecciones generales.
También se llegó al acuerdo de no reestructurar él Gabinete, manteniendo, en este sentido, las opiniones expresadas por Calvo Sotelo en privado la semana pasada: continuar al frente de la presidencia del Gobierno, concurrir a los próximos comicios como candidato de UCD, sin coaliciones, y completar normalmente, dentro de lo posible, la Legislatura.
Resulta difícil saber con exactitud si, al margen de lo acordado ayer en la reunión del "sanedrín ampliado" de La Moncloa, Calvo Sotelo podrá mantener todos estos extremos. En especial, lo que respecta a las coaliciones: un ala importante de ucedistas se proclama, tras ver los resultados andaluces, partidaria de un inmediato acercamiento a Manuel Fraga. Jaime Lamo planteó, en la reunión, su temor a que, se produzca una nueva fuga de diputados centristas hacia las filas de Alianza Popular. El ministro de Justicia, Pío Cabanillas, parece ser el más proclive a este entendimiento con AP.
El reclamo de Fraga
La tesis mantenida por los socialdemócratas, en el sentido de que precisamente el descalabro andaluz proviene de no haber sabido presentar una oferta claramente diferenciada de la de Manuel Fraga, apunta a que, efectivamente, el entendimiento en el partido del Gobierno parece cada vez más improbable.
Anoche, en la mencionada cena a tres bandas, se plantearon las posibles modalidades de este acercamiento. Lo primero que hizo Manuel Fraga ayer al levantarse fue llamar al presidente Calvo Sotelo y recordarle que si, oferta de formar cuanto antes la "mayoría natural" seguía en pie, y esta vez, tras el ascenso de Alianza Popular en Andalucía, con más argumentos que nunca, en opinión del presidente aliancista. En las diversas reuniones que las familias de UCD mantuvieron ayer para analizar los resultados andaluces, el ambiente era, de acuerdo con todas las fuentes consultadas, de claro desconcierto, al haber sido estos resultados peores de los esperados y, en todo caso, mucho más negativos de lo que sugerían los sondeos encargados por UCD.
Una vez que las diversas, familias hayan profundizado. en sus análisis, se podrán apreciar con más claridad las posiciones, en las que no van a faltar, en todo caso, ocasiones de confrontación entre las diversas posturas ucedistas. El calendario previsto es el siguiente: hoy, la ya citada reunión del grupo parlamentario centrista, a la que asistirá Leopoldo Calvo Sotelo. Mañana lo hará, en La Moncloa, el Comité Ejecutivo, reunión de la que estará ausente Suárez . Pasado mañana, Consejo de Ministros; el lunes, el comité regional de UCD-Andalucía, y, finalmente, el martes, los presidentes y secretarios provinciales de UCD de toda España. Un calendario auténticamente maratoniano en el que, según fuentes próximas a La Moncloa, se debatirá un nuevo esquema para el partido centrista y, tal vez, alguna sustitución en los organismos dirigentes. Ayer se rumoreó de manera insistente la posible sustitución de Iñigo Cavero como secretario general centrista, aprovechando que no hace muchas semanas había presentado su dimisión. Este negó que tal cosa hubiera sucedido.
De todas estas reuniones, la que en principio se plantea como más conflictiva es la que mañana celebrará el comité ejecutivo. En ella, Calvo Sotelo planteará, previsiblemente su modelo de partido futuro, semejante a la Democracia Cristiana italiana, con sus alas izquierda, centro-centro y derecha. Pero resulta verosímil pensar que surgirán voces planteando frontalmente la alianza con Fraga, y no faltará quien plantee las sustituciones en los puestos clave del partido. Aquí es donde, puede surgir el conflicto abierto con los suaristas. También es probable que algún miembro de la ejecutiva ponga sobre el tapete la vieja idea de que los futuros carteles electorales de UCD "no pueden seguir siendo unipersonales". La efigie de Calvo Sotelo tiene que ir acompañada de otros rostros: Landelino Lavilla, Adolfo Suárez. Los partidarios de Antonio Garrigues ofertan también al presidente de los Clubes Liberales. Es la operación "lavado de fachada" planteada por los socialdemócratas. '
Lo que parece claro es que ahora el partido ha dado la vuelta. Lo mismo que le ocurriera a Suárez en 1.980, le pasa en estos momentos a Calvo Sotelo: se está fraguando, desde algunas familias ucedistas, la operación acoso y derribo.
Los restantes partidos consumieron el día de ayer en reuniones de sus directivas, igualmente analizando los resultados de las elecciones. Destaca la postura del PSOE, rehuyendo cualquier extrapolación al resto del país de lo que ocurre en Andalucía. Un dirigente socialista, en su afán por mantener la cautela, llegó a emplear los mismos argumentos que los centristas: también en la República Federal Alemana pierde el Gobierno, en favor de la oposición, las elecciones regionales.
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