_
_
_
_

Arrollador triunfo del Partido Socialista en las elecciones al Parlamento andaluz

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo ayer un arrollador triunfo en las elecciones al Parlamento andaluz al alzarse con la mayoría absoluta de los escaños, lo que permitirá a los socialistas gobernar en solitario, sin tener que recurrir a coaliciones con otros grupos. El contrapunto al triunfo socialista está en el hundimiento de Unión de Centro Democrático (UCD), que se ha convertido en la tercera fuerza política de Andalucía, por detrás de Alianza Popular, que le ha rebasado, con datos todavía provisionales, tanto en porcentaje de votos como en número de escaños. Los comunistas han sufrido un gran revés y los andalucistas del PSA puede que sólo obtengan tres de los 109 escaños en juego. La participación electoral supera el 60% y puede alcanzar el 63% cuando se contabilicen los votos emitidos por correo.

Más información
Calvo Sotelo felicita a Felipe González

A la hora de cerrar esta edición, las tres de la madrugada, no se disponía aún de los resultados definitivos del escrutinio, pero fuentes oficiales del Ministerio del Interior daban por seguro que los resultados que se recogen en el recuadro adjunto, y que corresponden al 86% del censo escrutado, apenas sufrirán variación en lo relativo a los porcentajes de votos por partido y sólo podrían suponer cambios de un escaño en más o menos, respecto a los adjudicados.Cuando había finalizado el escrutinio de las provincias de Cádiz, Granada, Córdoba, Huelva y Almería, Alianza Popular figuraba en segundo lugar en las tres primeras mientras UCD lo hacía en las dos últimas. El sondeo efectuado por el PSOE sobre una muestra de mil mesas electorales atribuía a los socialistas 62 escaños y 20 a AP.

De las primeras reacciones de los partidos políticos destaca sobre todo el contraste entre la euforia de las bases socialistas y la unanimidad de los dirigentes de este partido por moderar el significado de su victoria, oponiéndose a que se extrapolaran los resultados andaluces a nivel nacional, Felipe González, Rafael Escuredo, Alfonso Guerra, Enrique Mújica, Pedro Bofill y Ciriaco de Vicente, entre otros dirigentes del PSOE que hicieron declaraciones, se expresaron siempre en los mismos términos de moderación. Los empresarios, principales rivales de los socialistas en esta confrontación abandonaron, por boca de Manuel Martín Almendro, presidente de la Confederación de Empresarios Andaluces, la belicosidad de la campaña electoral, para expresar su acatamiento de los resultados.

El ministro del Interior, que ya a medianoche daba al PSOE por ganador absoluto, responsabilizaba a un grupo de "carácter no político" -se refería a la patronal- como causante principal del éxito alcanzado por Alianza Popular que, siendo un partido extraparlamentario en Andalucía en las elecciones de 1979, ha pasado a convertirse en la segunda fuerza política de la región. Fraga manifestó en Sevilla, al conocer los resultados, que éstos significaban la derrota definitiva de los nacionalismos y pidió una vez más la modificación de normativa electoral. La decepción de los dirigentes centristas era compartida por andalucistas y comunistas. Si Iñigo Cavero y Soledad Becerril decían que los votos recibidos no correspondían a sus esfuerzos, el PSA aventuraba para Andalucía días de promesas que no se cumplirán, y Santiago Carrillo se negó a hacer declaración alguna y se limitó, bien avanzada la madrugada, a leer un comunicado en el que se lamentaba que el voto útil había jugado en su contra.

Páginas

15 a 19 Editorial en página 12

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_