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SEPTIMA CORRIDA DE LA FERIA DE SAN ISIDRO

El bajonazo como norma

No hace tantos años que el bajonazo era considerado infame forma de matar. Aquello de puñalada, sopapo, sartenazo, estocada chalequera, y otras voces, que inventaron nuestros antecesores en el tendido y recogieron los revisteros de la época para denunciar este indecoroso y repugnante manejo de la espada, no se toleraba por nada. Botellones hemos visto volar, en criminal lanzamiento, desde el graderío al ruedo, cuando se producía. Hay que felicitarse de que ese incivil comportamiento haya sido desterrado de los cosos. Pero lo que fue recurso para estoquear al toro de sentido que en la suerte suprema no obedecía al engaño y se tapaba, o de torero medroso, se ha convertido en norma.En esta feria de San Isidro se están produciendo más bajonazos que nunca, y en la mayor parte de las ocasiones sin motivo que lo justifique. A toros perfectamente pastueños, sometidos, e incluso cómodos de cabeza, los pegan unos sablazos rinconeros que los funden. Y quizá sin remedio pues el público no sólo no reacciona a botellazos, sino que aplaude y hasta llega a pedir que el sartenazo. se premie con oreja. De ahí que la fundamental suerte de matar esté en decadencia. Una más.

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