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'No hubo intervención sobrenatural en el llanto de la Virgen de las Lágrimas'

La imagen de la Virgen de las Lágrimas, en la que el pasado día 13 fueron observadas huellas de supuestas lágrimas de sangre coagulada en el rostro, fue ayer retirada de la basílica de San Juan de Dios, donde se la veneraba, después de que el arzobispo de Granada, monseñor Méndez Asensio, declarara que "no existe indicio alguno de intervención sobrenatural en el caso".

La declaración oficial del arzobispado se produjo a la semana de registarse el descubrimiento, coincidiendo con la visita realizada al convento granadino de los hermanos de San Juan de Dios por el padre general de la orden hospitalaria, que sin duda ha acelerado el proceso de clarificación del fenómeno.El tema, que ha sido calificado como "fraude al pueblo de Granada", entra ahora en el ámbito de la investigación policial y ayer fueron varias las voces que se alzaron en la ciudad para pedir la aclaración total del asunto. En su nota oficial, el arzobispo recuerda su recomendación del primer día a los fieles de "atenerse a la norma tradicional de la Iglesia de no admitir ningún tipo de intervención sobrenatural hasta que el hecho esté suficientemente probado".

Desde entonces, la autoridad eclesiástica no fomentó en ningún momento actos de culto en la basílica, a la espera de la evolución del estudio que se ha venido realizando. Este estudio, "nos permite hoy decir que no existe indicio alguno de intervención sobrenatural, y que más bien hay motivos para pensar que no la ha habido".

Tras explicar que la retirada de la imagen del templo tiene como objeto completar la investigación pericial sobre el hecho, la nota de la curia concluye diciendo que "consideramos el acontecimiento prácticamente terminado".

"No sé todavía por qué se ha tomado esta decisión, aunque nosotros la acatamos y obedecemos", dijo, por su parte, el padre Ernesto Ruiz, superior de la orden de los Hermanos de San Juan de Dios en Granada, refiriéndose a la decisión arzobispal de retirar la imagen del templo.

Antes del traslado de la imagen, era fácilmente observable a simple vista que las manchas en la cara de la Virgen de las Lágrimas estaban ya borrosas. Los surcos de las supuestas lágrimas de sangre aparecían cortados en varios puntos, lo que indica que el producto con que se pintaron, bien fuese sangre o pintura, se encuentra ya en proceso de descomposición. Precisamente, este detalle apoya la teoría de que se trata efectivamente de sangre, si bien quedaría en este caso por aclarar cómo se consiguió mantener una gota coagulada sobre el borde de la mejilla.

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