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La Asociación 2001 quiere profundizar en el caracter tolerante de la vida cultural

Organiza un ciclo sobre 'España y sus protagonistas'

Cursos, conferencias, mesas redondas sobre el tema general España vista por y desde sus protagonistas, y una serie de actividades para lajuventud organizadas por la asociación Peñas Blancas y su Escuela de Monitores son hasta la fecha, las actividades programadas por la Asociación 2001, que se concreta en el ámbito de la cultura "entendida como liberación de toda opresión mental, psicológica, moral, social y política". "Se trata", según su vicepresidente, el profesor de Derecho Político Alfredo Calle Saiz, "de emerger por encima de adoctrinamientos y propagandas que, de hecho, están empobreciendo y sofocando la racionalidad en el dinamismo personal y social".Según Alfredo Calle, la Asocia ción 2001, como "proyecto de conversión cultural", quiere cambiar hábitos de comportamiento, universos ideológicos e incluso códigos morales. "Hoy más que nunca, ante los signos desafíos de nuestra historia, hemos de optar por la lucidez y el discernimiento".

La nueva asociación se dirige a "quienes apuestan por el futuro de una sociedad más humanizada, es decir, más culta", y, además de organización de actividades, cuenta con una editorial, Dosbe, y su librería.

No tiene adscripción política alguna, porque "es el hombre el que nos importa y la creación de las condiciones necesarias para que ese hombre se realice como persona, desde su libertad y su responsabilidad, en una estructura asociada".

Eficacia de la ciencia

"Creo que, en buena parte, seguimos siendo" explica Alfredo Calle, "herederos de un desarrollismo bruto y puramente mecánico. El Proyecto tecnicista de los años sesenta sigue condicionándonos terriblemente. Sin negar el valor y la eficacia de la ciencia y reconociendo el interés de las filosofías positivistas del presente siglo, entiendo que el hombre ha ido perdiendo progresivamente el sentido de la subjetividad, de la totalidad y de la trascendencia. La neurosis, el conflicto y la culpabilidad están actuando como demonio corrosivo y disolvente de la conciencia humana. Froom habla de conciencia caótica de nuestro tiempo. Se precisa una nueva invocación de cierto esprit cultural que someta a revisión salvadora todas nuestras patologías personales y sociales".Que esa revisión pueda ser alcanzada a partir de la cultura es algo que está por ver. "Al menos hay que intentarlo", afirma Alfredo Calle, que se niega "a admitir un determinismo cultural en la dialéctica del hombre con su mundo". Pero, "por supuesto", eso no podrá ser conseguido por "cualquier cultura, ni mucho menos la puramente libresca y academicista".

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