Los catedráticos y la LAU
En un reciente editorial, en mi opinión poco afortunado, acusaba usted a los catedráticos de universidad de ser los responsables de la retirada de la LAU para satisfacer sus intereses corporativistas. Es difícil creer una visión tan raquítica del problema universitario, pues supone un planteamiento que desconoce profundamente la historia y la sociología de este país, imperdonable en un periodista que se precie como tal.La universidad es temida por los políticos de todos los países. Esto no ha sido una excepción en España, donde a los catedráticos de universidad se les ha dado mucho prestigio social, pero a la vez se les ha reducido el sueldo en el máximo posible. La finalidad parece bastante clara, pues para vivir al nivel social que se le adjudica no Pasa a la página 14 Viene de la página 13 tendrá más remedio que estar al servicio de los políticos, las finanzas, etcétera. Esto no es fantasía. Números cantan. Si se molesta en leer las fotocopias que le adjunto, verá que un ATS con seis horas de trabajo gana 89.409 pesetas, mientras a mí, como catedrático, con seis horas también de trabajo, me pagan (como puede ver en la fotocopia de la nómina) 89.532 pesetas. No me diga por qué no me dedico plenamente para ganar más, porque me pagarán 25.000 pesetas por esta dedicación, cantidad que he sumado al sueldo, para que comprenda lo que resultaría.
Este sueldo es el que me corresponde como catedrático, con casi doce años de antigüedad, tres trienios, una licenciatura, un doctorado y varios años trabajando en los mejores centros de investigaciones cerebrales del mundo. Tampoco vale decir que no trabajo, a no ser que me demuestre que mi currículo, con trabajos de investigación realizados en España y publicados en revistas internacionales y que han ayudado a conseguir que la facultad de Medicina de Santiago sea conocida internacionalmente, entre otras cosas, por estos trabajos, se puede obtener sin estar en la universidad.
Es indudable que a los universitarios, y más a los profesores de universidad, se les teme. Tanto las derechas como el centro y las izquierdas pretenden poder controlarlos para utilizarlos de ariete contra el resto de las opciones políticas. Catedráticos o profesores de universidad con conocimientos y con independencia económica son demasiado peligrosos al no estar controlados, y el control más sutil es el económico. Por ahí es por donde hay que buscar la retirada de la LAU, pues en el fondo ninguno de los partidos políticos está de acuerdo con la parcela de poder y de control que le daba la LAU sobre la universidad.
¿Por qué no, protestamos? Muy sencillo: la Prensa que se llama independiente, entre otras cosas, sería la primera en atacarnos. Comprenderá que para quienes hemos vivido en países democráticos mucho antes de que en España aparecieran los demócratas actuales sabemos que es inútil. Una supuesta democracia donde cada grupo, incluida la Prensa, o cada persona decide "la democracia soy yo" y, por tanto, la única opción válida es la mía, hace imposible el diálogo.
No intento polemizar; sólo quiero darle información para que si cualquier día escribe un nuevo editorial sobre catedráticos de universidad piense que somos algunos más de los que se venden a cualquier sistema. No le creo tan ingenuo para pensar que, en su opinión, la LAU le daba autonoma a la universidad. / Catdrático de Medicina.
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